Mantener la credibilidad y lidiar con la escasez de personal son los dos principales desafíos que ha afrontado el periodismo en los últimos doce meses. Así lo confirma el estudio 2023 que realiza la consultora Cision sobre el estado mundial de los medios de comunicación.

Los desafíos están íntimamente conectados, ya que el relevamiento en 17 países confirma que la caída en la confianza en las noticias va acompañada de un contexto de reducción de personal que hace que los periodistas se vean presionados a cubrir más historias en menos tiempo. La desinformación, en el centro de las preocupaciones.

Sostener la credibilidad

Las dos conclusiones principales del estudio anual 2023 de Cision sobre el estado mundial de los medios muestra una radiografía de los principales desafíos que afronta el periodismo. Con un total de 3.132 participantes en 17 países de todo el mundo, la encuesta refleja que la credibilidad se ha convertido en un valor fundamental para la industria del periodismo.

En un contexto donde la desinformación se propaga con facilidad y velocidad, los periodistas y medios consultados aseguran que “la necesidad de mantener la credibilidad es vital”.

Esta batalla por la confianza en la calidad de la información va acompañada de un entorno complejo para el periodismo como el que representan las cámaras de eco y la tendencia a la polarización que fomentan las redes sociales, o el descrédito generalizado sobre los medios que impulsan sectores de la política. Según el relevamiento de Cision 2023, en ocasiones “los periodistas sufren presiones políticas desde dentro de los propios medios, lo que aún dificulta más su trabajo”.

En este contexto, es muy interesante un reciente anuncio que impulsa la Sociedad Interamericana de Prensa en alianza con Proyecto Desconfío de Argentina para trabajar en la creación de un “sello de calidad periodística” que le otorgue a los medios una señal de confianza que colabore en el vínculo con sus audiencias y con los sponsors. Se trata de un proyecto ambicioso que verá la luz en 2024 y que podría llevar 3 años de trabajo por delante.

Enfrentar la desinformación
La encuesta mundial de Cision también revela que la escasez de personal en los medios de comunicación ejerce una presión adicional en la industria periodística dado que los periodistas se ven forzados a cumplir más tareas con menos tiempo para cada una de ellas.

El estudio confirma que es una constante en los diferentes países contar con menos periodistas para llevar a cabo investigaciones y redacción de noticias. De este modo, los periodistas “se ven presionados para cubrir más historias, a menudo en menos tiempo”, revelan las conclusiones.

Esta realidad plantea el reto de mantener la calidad de la cobertura periodística en circunstancias menos que ideales. Por allí se cuela por momentos la desinformación, que aprovecha esta falta de tiempo y personal para una verificación más profunda, y sacude a las redacciones afectando gravemente la credibilidad y la confianza en los medios.

Por eso también es importante destacar la emergencia de iniciativas destinadas a consolidar equipos o especialistas en desinformación dentro de las redacciones. Así lo propone Proyecto Desconfío, la iniciativa que cuenta con investigadores académicos y expertos para fortalecer las habilidades y estrategias de los periodistas frente a la desinformación.

Entre el clic y lo importante

Otro desafío muy ligado al tiempo que los periodistas dedican a la cobertura de temas importantes está dado por la presión permanente por obtener clics en los contenidos. Esto hace que dediquen una porción importante a cubrir temas de baja relevancia periodística pero aptos para generar clics, como los temas del corazón, las novedades de la vida privada de celebrities, o las informaciones curiosas. Esto también afecta el tiempo que los periodistas dedican a los temas importantes e incide en su desempeño.

En esa carrera, otro estudio de ChartBeat acaba de confirmar que el ciclo de vida de las noticias se redujo drásticamente. La mayor parte de las noticias son visitadas dentro de las primeras 24 horas de ser publicadas. Luego de ese lapso, la posibilidad de lectura cae drásticamente. De ese modo, las historias en profundidad, los reportajes y otros formatos más complejos pierden visibilidad frente a la “dictadura del clic” como se denomina al consumo asociado a la inmediatez de los contenidos.

De este modo, el rumbo que adopten las empresas periodísticas será crucial para volver a balancear el tiempo de los periodistas y la cobertura de los temas importantes que los usuarios necesitan conocer y comprender para desenvolverse en su vida diaria y tomar decisiones basadas en información de calidad. Por ahora, la asistencia de herramientas tecnológicas, incluida la Inteligencia Artificial, podrían ayudar a dar cobertura a temas menores y liberar tiempo para que los periodistas se ocupen de los asuntos trascendentes.