Alrededor del 75 por ciento de los cultivos mundiales que producen frutos y semillas para el consumo humano dependen de los polinizadores, como el cacao, el café, las almendras y las cerezas, según la ONU.
La exposición a un cóctel de agroquímicos aumenta netamente la mortalidad de las abejas, una situación subestimada por las autoridades encargadas de regular la comercialización de estos productos, según un estudio publicado en la revista científica Nature.
De acuerdo con la ONU, las abejas polinizan 71 de las 100 especies cultivadas que proporcionan el 90 por ciento de los alimentos del mundo. En los últimos años, el colapso de las poblaciones de insectos polinizadores, muy vulnerables a los pesticidas, amenaza la producción agrícola.
Múltiples agroquímicos aumentan la mortalidad de las abejas
El estudio recoge decenas de investigaciones divulgadas durante los últimos 20 años. Se centra en las interacciones entre los agroquímicos, los parásitos y la desnutrición que afectan el comportamiento de las abejas.
Los investigadores concluyeron que es probable que el efecto combinado de diferentes pesticidas y otros productos químicos sea mayor que la suma de los efectos de cada uno.
Estas "interacciones entre múltiples agroquímicos aumentan significativamente la mortalidad de las abejas", señaló Harry Siviter, coautor del estudio, de la Universidad de Texas.
"Si no se aborda esta cuestión y se sigue exponiendo a las abejas a múltiples factores de estrés antropogénicos dentro de la agricultura, se producirá un descenso continuado de las abejas y de sus servicios de polinización, en detrimento de la salud humana y del ecosistema", concluye el estudio.
Amenazados por la agricultura intensiva
En un comentario publicado también en Nature, Adam Vanbergen, del Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente de Francia, afirma que los insectos polinizadores se enfrentan a las amenazas de la agricultura intensiva, incluyendo productos químicos como fungicidas y pesticidas, así como a la reducción del polen y el néctar de las flores silvestres.
El uso a escala industrial de abejas melíferas manejadas también aumenta la exposición de los polinizadores a parásitos y enfermedades.
"Los reguladores deben considerar las interacciones entre los agroquímicos y otros factores ambientales estresantes antes de autorizar su uso", dijo Siviter a la AFP.
Los resultados del estudio "muestran que el proceso regulatorio en su forma actual no protege a las abejas de las consecuencias indeseables de la exposición a múltiples niveles a los agroquímicos".
Alrededor del 75 por ciento de los cultivos mundiales que producen frutos y semillas para el consumo humano dependen de los polinizadores, como el cacao, el café, las almendras y las cerezas, según la ONU.
En 2019, los científicos advertían ya que casi la mitad de las especies de insectos del mundo están en peligro y un tercio podría extinguirse a finales de siglo.
Una de cada seis especies de abejas se ha extinguido a nivel regional en algún lugar del mundo. Se cree que los principales impulsores de la extinción de los polinizadores son la pérdida de hábitat y el uso de pesticidas.
Fuente: Agencia DW