El jefe de Estado recibió a excombatientes y al titular del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel, en el marco de los 40 años del inicio del conflicto bélico de 1982 con Gran Bretaña.
El presidente Alberto Fernández aseguró este viernes que la recuperación de la "integridad territorial" de Argentina "es una prioridad absoluta”. La declaración del jefe de Estado se dio durante un acto en la Casa Rosada junto al titular del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel, y cinco excombatientes de la guerra de Malvinas, en el marco de las actividades oficiales conmemorativas por los 40 años del inicio del conflicto bélico de 1982 con Gran Bretaña.
"Que la Argentina recupere su integridad territorial es una prioridad absoluta. Que en el siglo XXI estemos discutiendo el colonialismo debería avergonzarnos", señaló el jefe de Estado, y resaltó: "Nosotros a la guerra la entendimos como algo desatado por una dictadura, pero los que combatieron son nuestros héroes, de eso no cabe duda".
El máximo mandatario descubrió una obra de Pérez Esquivel en la escalera Carpani de la Casa Rosada e invitó al premio Nobel y al grupo de excombatientes a visitar el Patio Malvinas Argentinas que se encuentra en la sede gubernamental.
Durante la actividad en el Patio Malvinas, el excombatiente de Salta le obsequió al presidente su condecoración personal, que habría recibido cuando se cumplieron los 20 años de la guerra, y le destacó "su corazón malvinero".
Fernández sostuvo que "no hay ninguna duda que las islas Malvinas son territorio argentino. Está muy claro que no son inglesas".
"Desde el año 1965 las Naciones Unidas le reclaman al Reino Unido que se siente con Argentina a resolver un tema de soberanía que, claramente, la Argentina tiene derecho", remarcó.
Entre los excombatientes que participaron del encuentro estuvieron Emilio López de Salta; Walter Gómez y Juan Fernández de la localidad bonaerense de José C. Paz; Ernesto Alonso de La Plata; y el director de la Casa de Gobierno, Sergio Policastro, quienes aplaudieron y abrazaron a Pérez Esquivel de forma afectuosa tras descubrirse la obra.