El vicepresidente de la Asociación de Citricultores de Federación, Fernando Borgo, afirmó a AIM que la Tasa por inspección sanitaria, higiene, seguridad y profilaxis, donde este año se agrega a la producción y empaques de cítricos ubicados en el ejido de Federación “es una locura; más que una tasa es un impuesto oneroso y distorsivo”. Desde las organizaciones del campo reclaman “razonabilidad”.
Para hacer la habilitación de empaques de fruta cítrica el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) pide la habilitación municipal u organismo estatal a cargo otorgue un certificado. En Federación “no se prestaba el servicio hasta este año cuando la gestión decidió implementar en la Tributaria la Tasa a la producción y empaques de cítricos, que es un dos por ciento de la facturación total, para emitir el certificado”, contó Borgo, quien precisó que el porcentaje sobre el total de la facturación “deja de ser una tasa y, a nuestro considerar, pasa a ser un impuesto, porque grava el dos por ciento de la facturación total, ni siquiera del servicio de empaque”.
El tributo “es oneroso y distorsivo, porque condiciona a la hora de tener la habilitación del Senasa”, dijo el productor, quien lamentó la postura del intendente Ricardo Bravo y de los concejales, “quienes a la hora de inventar nuevos impuestos se alinean todos”.
“Pedimos razonabilidad, porque esto es una locura”, remarcó Borgo, quien comentó que “comparado con otras municipalidades como Santa Ana, La Criolla o Colonia Ayuí esa tasa no se cobra y en ciudades más grandes como Chajarí, Villa del Rosario o Concordia se paga una tasa fija mucho más accesible acordada con los establecimientos que están ubicados dentro del casco urbano” (la gran mayoría de los establecimientos se encuentran en el ejido de las distintas jurisdicciones, donde no hay más servicios que un repaso de los caminos rurales).
En ese marco, aclaró que lo que se reclama “es que se acuerde una tasa más accesible, que sea similar a la de otras localidades”, ya que se dialogó con concejales y diferentes funcionarios municipales “pero parece que a la hora de sacar plata a quienes trabajan se alinean todos”.
Precisamente, consideró que “es increíble que exista este grado de ineptitud a la hora de modificar o crear normas, sin medir las consecuencias que pueden acarrear, solo con un espíritu de voracidad por recaudar y cubrir los desfasajes de las malas políticas recurrentes que provocan estos déficits de un estado improductivo”, aseveró.
Además, contó que se hicieron “gestiones en el área de Producción de la provincia para que intervengan en el tema, nos habían prometido que atenderían la situación, pero las respuestas aún no llegaron”.
Aparte de la cuestión práctica de la tasa en cuestión, “fue muy obsceno el tratamiento mediático que se dio por parte de algunos funcionarios, tanto en los medios masivos, como en las redes sociales. Se agravó y difamado a empresarios y productores del sector y se le ha mentido a la sociedad con una línea ya marcada de una fracción de la política que está empecinada en demonizar al sector productivo, usando un discurso de manual que no suma absolutamente nada”, dijo.
Sin embargo, aclaró que “hoy el conflicto bajó sus decibeles porque hubo una modificación en la tributaria que grabó por estos meses que quedan una tasa fija a los empaques pero que es muy alta si la comparamos con el tratamiento que tiene en toda la zona, y esto plantea una competitividad desleal con otros empaques de alrededor, pero fue aceptado por los productores porque estaban extorsionados para poder tener habilitados sus empaques”.
“Creemos que a comienzo de año qué viene esta discusión volverá a estar en el tapete y si no se modifican el grado de irracionalidad para tratar el tema, el conflicto será sin dudas mayor”, advirtió.