La dirigente entrerriana del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Nadia Burgos, aseguró a AIM que la solidaridad de clase es trascendental para la superación dialéctica de las relaciones sociales dominantes “para transformar el mundo”.

Burgos vive desde hace unos años en la capital de Entre Ríos, donde estudia psicología y encarna la voz de cientos de luchas locales contra las relaciones sociales dominantes (el capitalismo y el patriarcado). La referente tiene claro la tarea del proletariado y sabe que las fronteras de los Estado Nación son barreras erigidas por las burguesías en los siglos XIX y XX como un concepto de modernización capitalista, que pretendía reunir las demandas inter-clasistas de unidad política y la necesidad de desarrollo económico.

En estos días, la dirigente está en Perú, donde el pueblo reclama un cambio radical de gobierno y exige una Asamblea Constituyente. Estar en la calle con el pueblo peruano “es una experiencia que transforma”, dijo a esta Agencia Burgos, quien remarcó que para ella es un orgullo que la Liga Internacional Socialista (LIS) la haya convocado para la tarea.

En ese sentido, dijo indicó que “es central la solidaridad de clase en procesos tan profundos como el que se vive en Perú, porque representa un aprendizaje muy fuerte en términos de organización y de intervención política de la clase trabajadora”.

“Nosotros conformamos una militancia internacionalista que no es solamente declarativa sino que, justamente (en contraposición a otras organizaciones), nos jugamos de entero para poder apoyar y acompañar las luchas”, explicó Burgos, quien aclaró que “no solamente de Perú, sino que estamos al tanto de lo que pasa en Francia (con la reforma del sistema previsional) y lo que ocurre en otras Naciones hermanas donde hacemos llegar nuestra solidaridad a través de organizaciones obreras y de independencia de clase que existe en esos lugares”.

Actualmente, “es central un internacionalismo militante, no solamente declarando la solidaridad sino poniendo el cuerpo en las calles, porque es, también, un aprendizaje y fortalecer organizaciones que efectivamente puedan llevar a una transformación del mundo en el que vivimos”.