Ingresó en la Cámara Alta un proyecto de Ley que busca modificar el sistema previsional entrerriano, aumentando el margen de edad de los jóvenes que cobran pensiones por fallecimiento de su progenitor, confirmó AIM. El texto pasó a la comisión de Legislación General.
En contraposición a los ajustes que se esperan en la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos, el senador de Cambiemos Rubén Dal Molin promueve una iniciativa en el Senado para pasar de 23 a 25 años el límite para los hijos o nietos del tutor fallecido, que cursen regularmente estudios secundarios o superiores y no desempeñen actividades remuneradas y no gocen de beneficios jubilatorios con la computación de servicios prestados con posterioridad a los 18 años.
Al respecto, el legislador argumentó que “no debe sernos indiferente que en el actual y grave contexto económico social que atravesamos, la limitación que establece el artículo 47 de la Ley Provincial Nº 8.732 no atiende la necesidad y desamparo en el que se ven inmersos los jóvenes de hoy en día. Sobre todo en aquellos supuestos donde el grupo familiar estaba compuesto por un solo progenitor (porque de otra manera el beneficio acrecería en favor de su cónyuge o conviviente), que fallece, obligando a joven a insertarse en el mundo del trabajo sin las herramientas suficientes -es decir, sin su título universitarioque le permita ser competitivo en un mundo cada vez más demandante de recursos humanos con saberes calificados, violentándose así el goce efectivo y el ejercicio del derecho a aprender consagrado por el artículo 14 de la Constitución Nacional y los tratados internacionales incorporados a ella, conforme con las atribuciones conferidas al Honorable Congreso de la Nación en el artículo 75, incisos 17, 18 y 19, y de acuerdo con los principios que allí se establecen y los que en esta ley se determinan”.
“Se hace necesario entonces en estos supuestos excepcionales, y como tales de escaso impacto económico en el presupuesto del Ente Previsional, que el ordenamiento jurídico local brinde de manera efectiva un marco de contención para que aquellos jóvenes alcanzados por éste hecho impredecible y desafortunado de la muerte de un padre o una madre puedan contar con los recursos económicos necesarios que le permitan completar sus estudios universitarios en forma regular, para luego de ello sí poder insertarse de mejor manera al mundo del trabajo”, dijo el legislador.