Por Fundación Barbechando, especial para AIM. En la apertura de sesiones ordinarias, el presidente de la Nación, Javier Milei, hizo varios anuncios que generaron impacto en la agenda del Congreso. Entre tirones de oreja y llamado al consenso, el primer mandatario confirmó que ingresarán nuevamente una Ley Omnibus 2.0 junto con un paquete de leyes “anticasta”. Qué impacto tiene esto en el agro.

La agenda legislativa del ejecutivo

Los pilares del Gobierno en el Congreso incluyen un nuevo proyecto de Ley Bases y Principios 2 que incluiría facultades delegadas, el capítulo fiscal -DEX estaría descartado-, privatizaciones, Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones y una nueva fórmula jubilatoria.

Además, prevé proyectos anticasta, Pacto de Mayo, restitución de Ganancias y penalización a funcionarios que contemple financiar déficit fiscal con emisión monetaria.

Ley ómnibus y Pacto de Mayo: ¿cómo impactarían al agro?

La actualización del proyecto de ley ómnibus sería muy similar al que había obtenido la aprobación en general en Diputados, que incluía un Capítulo de Bioeconomía con artículos destinados a:

Carnes: permite al Poder Ejecutivo reglamentar el régimen de habilitación y funcionamiento de los establecimientos donde se faenan animales.

Régimen de Biocombustibles: desregula los precios bajo un esquema de aumento de los cortes obligatorios en biodiesel y etanol

Adhesión a la Convención Internacional sobre la Protección de Nuevas Variedades Vegetales (1991).

Lo que se viene

Gran parte de las proyectos y reformas que el oficialismo busca aprobar lo obliga a acordar con los legisladores nacionales, ya que muchos de los temas anunciados son atribuciones específicas del Congreso, como por ejemplo la reforma Impositiva, que comienza su tratamiento en Diputados o los cambios en el régimen de coparticipación que debe ser tratado por el Senado. O incluso las leyes anticasta, que atañen al sistema electoral.

Eso requiere necesariamente la conformación de las comisiones. En ambas Cámaras se han conformado sólo 4 y restan hacerlo 42 en Diputados y 23 en Senado, aunque se desconoce cómo quedaron repartidas las presidencias, cargos fundamentales para el tratamiento de los proyectos y el manejo de la agenda parlamentaria.