Ya pasaron tres meses desde que la comisión interna de la Secretaría de Integración Social y Urbana denunció que 10 trabajadoras sociales fueron apartadas del proyecto de urbanización de la Villa 31. Al respecto, Martina Labruna, referente de la Comisión de Géneros de la Junta interna La Mugica, contó a AIM que se encuentran en una mesa de negociación entre el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el sindicato, pero “aún no hay novedades al respecto”. Se estaría barajando la posibilidad de una reubicación, pero sólo de la mitad de los despedidos.

Las mujeres que buscan ser desafectadas se encargan de mantener el vínculo y acompañamiento con las familias que residen en el barrio en pos del demorado cumplimiento de la urbanización de la Villa 31.
"La función que desempeñan estas trabajadoras resulta de fundamental importancia para garantizar la preservación y el cumplimiento de los derechos de los vecinos, lesionados por las decisiones políticas de un gobierno que prioriza la especulación inmobiliaria", advirtieron en el comunicado.
"Los despidos de estas trabajadoras no responden a un recorte presupuestario, ya que la Secretaría tuvo un incremento del 135 por ciento. Se trata de un claro y feroz intento de disciplinamiento a las trabajadoras, que se organizan para defender sus derechos y los de la población del barrio Carlos Mugica", repudiaron." />

En diálogo con esta Agencia, Labruna lamentó: “Desde que nos despidieron, estamos en una mesa de negociación entre el Gobierno y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)”, pero “aún no hay respuestas al respecto”, aclaró.

Asimismo, sostuvo que lo que se debate es la reubicación de los despedidos, pero “a menos de la mitad de los despedidos”.

Antecedentes

La junta interna de la Secretaría de Integración Social y Urbana (Secisyu) del gobierno porteño, organismo creado para la ejecución del proyecto de urbanización de la Villa 31 y 31 bis, denunció el despido de 10 trabajadoras sociales y repudiaron el desinterés de la subsecretaria de Planeamiento y Gestión Comunitaria, Julieta Williams, por revertir la situación.

"Los despidos no responden a un recorte presupuestario, ya que la Secretaría tuvo un incremento del 135 por ciento, sino de un claro y feroz intento de disciplinamiento por la organización gremial", sostuvieron.

Las mujeres que buscan ser desafectadas se encargan de mantener el vínculo y acompañamiento con las familias que residen en el barrio en pos del demorado cumplimiento de la urbanización de la Villa 31.

"La función que desempeñan estas trabajadoras resulta de fundamental importancia para garantizar la preservación y el cumplimiento de los derechos de los vecinos, lesionados por las decisiones políticas de un gobierno que prioriza la especulación inmobiliaria", advirtieron en el comunicado.

"Los despidos de estas trabajadoras no responden a un recorte presupuestario, ya que la Secretaría tuvo un incremento del 135 por ciento. Se trata de un claro y feroz intento de disciplinamiento a las trabajadoras, que se organizan para defender sus derechos y los de la población del barrio Carlos Mugica", repudiaron.