Gina Tórtula, integrante de la comisión de prensa de la toma de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (FCE-Uner) dialogó con AIM acerca de a la continuidad de la toma del edificio y a las disconformidades de algunos sectores con la asamblea desarrollada anoche, donde se decidió seguir con la medida de fuerza. Asimismo, explicó cuáles son las exigencias del estudiantado en el marco del reclamo.

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La última asamblea de la FCE decidió por 224 contra 38, continuar con la toma hasta que el rector se comprometiera a recibir a los estudiantes y apoyar una serie de reclamos que formaron parte los objetivos iniciales del reclamo.

No obstante, algunos sectores del claustro docente manifestaron su disconformidad con la moderación y el proceso de votación. Asimismo, tres agrupaciones estudiantiles (juventud del Partido Comunista, el Movimiento de Participación Estudiantil y el Frente Universitario Popular) se retiraron del edificio con la intención de evaluar otras medidas de protesta.

—¿Qué establece la moción impuesta por votación?

—Seguir con la toma hasta que el rector nos reciba y se comprometa a apoyar los proyectos que hemos subido al consejo superior (mañana es la sesión). Apenas el rector nos reciba y se comprometa públicamente a darnos su apoyo, nosotros vamos a levantar la toma. Hay una profundización respecto del cambio de interlocutor, porque queremos que se resuelvan las cuestiones en torno a los proyectos que hemos elaborado aquí, y que tienen que ver con becas, fotocopiadora y comedor estudiantil.

—¡Cómo se pronuncian ustedes respecto a la propuesta del rector de impulsar el otorgamiento de becas extraordinarias?.

—Consideramos que es algo insuficiente, porque se trata de una partida presupuestaria específica y no hay una solución de fondo estructural. Nosotros pedimos que las becas de bienestar estudiantil sean de 12 meses y no de 10, que la universidad se la encargada de pagar las becas de fotocopiadora que, hasta hoy, son autogestionadas. Son cuestiones que forman parte de la discusión de fondo por el bienestar estudiantil.

Disconformidad

—¿Quienes se opusieron a la continuidad de la toma?

—Las agrupaciones kirchneristas habían intentado levantar la toma mediante una moción en la asamblea del viernes. Hubo un empate y se pasó a un cuarto intermedio hasta ayer, cuando decidieron directamente no proponer mociones y retirarse, más allá de la asamblea.  Quedamos acá los de agrupación Indignadxs junto a los compañeros autoconvocados, activistas e independientes.

—Un grupo del claustro docente expresó su disconformidad sobre el proceso de la asamblea. ¿Ustedes qué tienen para decir al respecto?

—Hace un par de semanas, un grupo de docentes hicieron firmar una nota en la que se pedía que las aulas de abrieran, al margen de la continuidad de la toma. Llevaron la moción a la asamblea y perdieron. Cuando vieron que no ganaban se fueron diciendo que el proceso era una vergüenza y se enojaron con los compañeros que moderaban en la asamblea.

—Pero se quejaron de que no los dejaron votar.

—Ellos siempre tuvieron voz y voto en la asamblea y nunca se les prohibió nada. Además, nunca se les prohibió durante estos días dar clases, ya que acá hay clases públicas, como las cuatro que hoy están funcionando simultáneamente en distintos sectores del edificio. Además, también hubo docentes que se anotaron para apoyar, profundizar y sostener la toma.

—¿Cómo se posicionaron los no docentes?

—Un grupo dentro del sector también se alineó detrás de la postura de volver a las actividades normales.