La Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (Cade) expresó a AIM su repudio “absoluto y total al secuestro de Corina De Bonis, docente de Moreno, quien la semana fue subida a la fuerza a un vehículo y torturada”. Desde la entidad, remarcaron la necesidad de “exigir el respeto por los derechos humanos” y acompañar “todas las medidas que sean necesarias para que las autoridades asuman las responsabilidades del caso”.

“Queremos manifestar nuestra solidaridad con toda la comunidad educativa de ese partido (docentes, estudiantes, padres, auxiliares) y con el Suteba”, destacaron desde la organización a esta Agencia.

Con respecto a lo sucedido la semana pasada con De Bonis, la Campaña expresó a esta Agencia: “Nos ponemos a disposición de las organizaciones gremiales y sociales de Moreno y de la provincia de Buenos Aires, para acompañar firmemente todas la medidas que sean necesarias para exigir que las autoridades asuman las responsabilidades del caso”.

Como Cade, “seguiremos exigiendo el respeto a los derechos humanos y fortaleciendo nuestro compromiso con la Ley de Verificación Técnica, para que las escuelas sean lugares seguros y dignos para toda la comunidad educativa”.

“Cuando decimos que ‘La Educación Pública está en Riesgo’, no sostenemos un eslogan vacío. Estamos advirtiendo a toda la sociedad sobre lo que nos está sucediendo para que nadie pueda decir que no fue advertido a tiempo”, remarcaron a AIM.

Escenario

Antes del secuestro de la docente de Moreno, Corina De Bonis, se dieron varias amenazas de muerte en diferentes puntos del partido. Además, una docente de Ramallo denunció haber recibido un mensaje mafioso: “acordate de Corina”, le escribieron en su auto.

Tras la explosión que provocó la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez en la escuela 49 de Moreno, 285 escuelas de esa localidad decidieron dejar de dar clases para resguardar la seguridad de los alumnos.

Hace instantes, la docente de la localidad de Ramallo, Amanda González, denunció que su auto fue rayado con la consigna: “acordate de Corina”.

Desde aquel 2 de agosto a la fecha, se registraron 25 amenazas de muerte a diferentes docentes de las escuelas del distrito. En todas se destacó el rechazo a la realización de ollas populares para dar de comer a los chicos que no podían asistir a clases.

De hecho, antes del secuestro y tortura de la docente Corina De Bonis, el CEC 801 en donde ella trabaja recibió tres amenazas. “Córtenla con la olla o van a ser boleta”, fue la primera advertencia por teléfono.