
La reciente expulsión del peronista disidente Edgardo Kueider podría convertirse en un canapé para el Senado, de cara a los ocho días que tendrá por delante la Cámara alta desde mañana: la definición de las sesiones extraordinarias involucra una serie de proyectos listos para el recinto que, a su vez, crearon un combo de intereses cruzados y de imposible anticipación. Lo más importante: estará en juego el verdadero ejercicio del poder y de la política por parte de la Casa Rosada.
Para escanear este embrollo, arranquemos por los temas dictaminados disponibles para la sesión que se piensa, en principio, para el jueves próximo. Las iniciativas son: suspensión de las Paso para el corriente año; las modificaciones en el mecanismo de “reiterancia” y “reincidencia”, para evitar lo que el Gobierno denomina la “puerta giratoria” de delincuentes; la activación del juicio en ausencia; y el pliego que propone al magistrado federal Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema de Justicia.
Existe un proyecto extra con despacho desde noviembre pasado que quedó, por el momento, descartado: la ley “anti-mafias”. Según lo conversado días atrás entre oficialismo y la oposición dialoguista, recibiría cambios y regresaría en segunda revisión a Diputados. Se retomaría marzo, una vez iniciado un nuevo período ordinario.
Juicio en ausencia y reiterancia no presentaron mayores problemas y se dictaminaron de forma exprés, por lo que allí se descartan inconvenientes. A partir de ahí, se ingresa en el sendero de cristal, con la suspensión de las Paso y el pliego de Lijo.
Ahora bien, sobre la ley electoral, se precisa la mayoría absoluta del pleno del Senado -37 votos- y no puede ser desempatada por la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel. El nervio central aparece, hasta este fin de semana, en cómo hará el Gobierno para asegurar el quorum de la sesión -37- y misma cifra a la hora de la verdad. Será trascendental la ayuda de legisladores kirchneristas que ya deslizaron en su bloque la intención de acompañar la sanción del texto.
El martes último, la bancada que comanda el formoseño José Mayans salió con una orden única, que La Libertad Avanza “pierda como sea”. En ese sentido, un legislador con experiencia manifestó a este medio: “Resulta que nos dicen qué tenemos que votar y cuándo. Llevamos más de un año con este sistema y después nos viven ‘basureando’. Y no sólo a nosotros; a los que los acompañan, también. Entonces, vamos a buscar a dos o tres que piensen parecido en este sentido y que se caigan las extraordinarias o volteamos la preparatoria. Es a todo o nada, como les gusta a ellos”.
Otra voz de la bancada reflexionó: “Tampoco queremos regalar el papelón que dio Unión por la Patria en Diputados, que se partió en tres con la suspensión de las Paso. Nadie dice de no acompañarla en marzo, si todavía hay tiempo. Además, a Cristina -Kirchner- no le interesa tanto como dicen. Es más, la beneficia. Pero no queremos que el jueves nos obliguen a hacer lo que se les antoje. Necesitamos que pierdan”.
Bajo este panorama y, si oficialismo y dialoguistas acuerdan ir al recinto de la Cámara alta el jueves, el Frente de Todos sumaría al -hasta hace pocos meses- senador de La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni. Fue echado del bloque y además se odia con Mayans por la cruzada contra el gobernador -e inoxidable- Gildo Insfrán. No obstante, el ex libertario trajinó pasillos y despachos para aglutinar a un par de legisladores que estén a favor de las Paso -y en contra de Lijo- para no dar quorum y, de esa manera, aplicarle una puñalada venenosa a la Casa Rosada, que destila furia. Un enlace formoseño más que curioso. Otros, en tanto, miran con mucho detenimiento al jefe peronista.
El oficialismo destila furia contra
Regresemos al martes pasado. En un almuerzo liderado por Villarruel, oficialismo y dialoguistas del ex grupo de los 39 -hoy, 37- acordaron ir el lunes 24 de febrero a la sesión preparatoria y confirmar a todas las autoridades de la Cámara alta, excepto la secretaría administrativa, que es la caja y corazón del Senado. Pasaría a manos de Emilio Viramonte Olmos, un asesor cordobés que trabaja desde hace tiempo con la vicepresidenta.
El grupo de los ahora 37 se da por la expulsión de Kueider y por la licencia del radical hasta fin de mes del radical Víctor Zimmermann, sobre quien se especuló con un regreso para el jueves o la preparatoria. O ambas. Sin embargo, el legislador no recibió directiva alguna de su partido ni del gobernador, Leandro Zdero, lo que eleva la tensión aún más.
Un día en el Congreso, en el actual escenario, parece un mes. Si no, habría que dirigir la mirada hacia Santa Cruz, que tiene dos votos en Natalia Gadano y José María Carambia. La provincia atraviesa un duro conflicto relacionado con YPF y los consensos obtenidos días atrás -entiéndase, la sesión preparatoria- quizá entren en riesgo si el Ejecutivo no aceita su maquinaria. Es el mundo paralelo que, en el fondo del sendero, es el que interesa, el real.
El pliego de Lijo precisa dos tercios. La suspensión de las Paso, mayoría absoluta de 37. Con la presión que se percibe en el Senado, muchos dialoguistas escondieron las cartas e ingresaron en una “rave” política. Es hasta el final, con todo y por todo. Con ello, alguna que otra picardía, tropelía o miseria. El Gobierno supo convocar desde las Fuerzas del Cielo al caos discursivo -fuego de artificio- para confundir y distraer sin cesar. Se movió muy bien en esas aguas. Cuando ello prima, los elefantes vuelan y no son vistos. Desde un palco vip, el mercado sigue de cerca la trifulca.
Durante 15 días, la Casa Rosada arrolló en el Congreso y, desde que comenzaron las sesiones extraordinarias, tiene un 50 por ciento de resultados soñados. Un paso en falso y la cuenta volverá a cero, en el mejor de los casos. Sería la piscina medio llena que busca, desde el 10 de diciembre de 2023, un cada vez más desorientado peronismo, que el 99 por ciento de su tiempo mira un botiquín antiguo con la pretensión de hallar medicina utilizable. Para quienes mejor conocen el justicialismo, la palabra renovación se perdió hace más de 10 años. El tiempo dirá.
Un indicio del desenlace aparecerá sobre la línea de flotación entre martes y miércoles, cuando vuelvan a reunirse oficialistas y dialoguistas. Se aguardan respuestas. De hecho, existe una muy baja probabilidad -aún no descartada- de adelantar la preparatoria del 24 al jueves 20. La meta está a la vista. ¿La complicación? Son dos y muy distintas.