“Lo que ha ocurrido bajo la crisis del Covid 19 es un ajuste global de la economía mundial, que de un golpe desencadenó un proceso mundial de bancarrota, desempleo, pobreza y desesperación total”, afirmó Michel Chossudovsky, un economista canadiense, escritor y profesor emérito de Economía de la Universidad de Ottawa.

Esta parálisis, que consiste en mantener la población enclaustrada en sus casas o en sus barrios si no tienen casa, es la única solución que el capital financiero ofrece a los gobiernos nacionales para resolver la pandemia. Y obtuvo consenso político a pesar de las consecuencias devastadoras.

Cada gobierno debe aplicar en su jurisdicción las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el tratamiento de los movimientos de la población y también las demás restricciones al comercio, a la inmigración y al transporte.

Según el economista, “poderosas instituciones financieras y grupos de presión, como Wall Street, Big Pharma, el Foro Económico Mundial (FEM) y la Fundación Bill y Melinda Gates, participaron en la configuración de las medidas de la Organización Mundial de la Salud relativas a la pandemia de Covid-19. El cierre se inició en marzo de 2020, y no tuvo precedentes en toda la historia, al menos no como algo organizado y dirigido conscientemente. Y en abril de 2021, en Argentina, las medidas –más atenuadas-, pero restricciones al fin, fueron decretadas por el gobierno de Alberto Fernández.

Están afectadas en todo el mundo las líneas de producción y suministro de bienes y servicios, las actividades de inversión, las exportaciones e importaciones, el comercio al por mayor y al por menor, el gasto de los consumidores, la escuelas, colegios y universidades e instituciones de investigación

Según Chossudovsky, fundador y director del Centro de Investigación sobre la Globalización, Montreal, y editor de la web globalresearch.ca , las consecuencias inmediatas de semejante colapso son la concentración masiva de riqueza y capital corporativo, la desestabilización de las pequeñas y medianas empresas que quebrarán y serán adquiridas, la anulación de los derechos de los trabajadores, la creación de empleo masivo, la disminución de salarios, el aumento de la deuda externa: no es la ruina del capitalismo, sino el reinado del neoliberalismo en toda su potencia destructiva.
De la Redacción de AIM.