En un comunicado de prensa enviado por el Movimiento Campesino Liberación Entre Ríos (Mler), que se enroló en el Frente de Todos, realizaron un llamado a acompañar a los miembros del Proyecto Artigas que se hicieron cargo de un campo cedido por Dolores Etchevehere que tomó para uso en una herencia disputada con sus hermanos y madre.
El Mler se solidarizó con “las compañeras y compañeros que están enfrentándose hoy al poder real y permanente de nuestra provincia. Los miembros del Proyecto Artigas, productorxs campesinxs, quieren trabajar la tierra, producir alimentos agroecológicos y generar una justa distribución de lo producido a precios justos. Algunos ruralistas, ocultos bajo el veneno social de la sojización, buscan sacarlos del campo para seguir sosteniendo el ecocidio y el privilegio del dólar y la especulación”, apuntaron.
En este orden rescataron “la respetable decisión de Dolores Etchevehere de donar una parte de su herencia como forma de reparar los daños causados por la feudal familia entrerriana y fundar al mismo tiempo una comunidad de productores de alimentos, desde una idea de propiedad colectiva y solidaria, generó la irritación no sólo de sus hermanos, también del séquito de lumpenempresarios rurales que giran a su alrededor y que a la sola mención de ‘propiedad privada’, se ponen a dar saltos como caballos retobados sin control más que los rebencazos que le puede dar el Estado para ubicarlos devuelta dentro de sus tranqueras. Se trata nada menos que de poner en evidencia la eterna impunidad del verdadero poder económico de la Provincia de Entre Ríos y la complicidad que arrastra con el poder político y judicial que forma parte también del mismo sistema patriarcal insulso, que la tiene amenazada a Dolores y a sus hijos, por pensar y actuar de manera opuesta a ‘lo esperable’ en este tipo de construcciones familiares de antaño. Ni siquiera pueden nombrarla, se refieren a ella (su hermana) como ‘esa persona’”.
En cuanto a los antecedentes del caso, señalaron que “los Etchevehere hicieron su fortuna en base a estafas, engaños, corrupción, explotación laboral, y una red de irregularidades que les permitió, por ejemplo, que algunos caudillos políticos les hayan entregado tierras de establecimientos educativos rurales a un precio vil”.
Desde el Movimiento campesino apuntaron que “el Frente de Todxs ganó las elecciones para construir un federalismo democrático, participativo e igualitario, no para sostener estructuras políticas enmarañadas con delincuentes de guantes blancos y falsos representantes de identidades populares. Por eso es necesario que sumemos la mayor cantidad de adhesiones al Proyecto Artigas, que tiene por objetivo discutir la legitimidad del derecho a trabajar la tierra para producir alimentos en comunidad y para la comunidad, de producir sin envenenar, de generar riquezas sin concentrarla en las manos que no la generaron. Como parte del Frente de Todxs, los representantes políticos tenemos la obligación de acompañar a los participantes del Proyecto Artigas, y desde ahí comenzar a pensar la Soberanía Alimentaria como único horizonte posible en nuestra tierra, produciendo alimentos sanos, seguros y sustentables, más atravesando hoy un contexto de pandemia que pone definitivamente el sello de vencimiento a este sistema meritocrático, desgastado, violento y ecocida”, concluyeron.