Los becarios del sistema científico nacional “nos encontramos en una situación crítica frente a la pandemia del Covid-19. La implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio implicó la modificación y reorganización de nuestras tareas y obligaciones. La aplicación de la modalidad de teletrabajo fue impulsada como una alternativa que supone reemplazar, sin mayores dificultades, la cotidianidad de nuestro trabajo como investigadores”, advirtieron a AIM desde el sector de Jóvenes Precarizados.
En este sentido, “el Directorio de Conicet, en una clara desconexión con la realidad, publicó dos comunicados el día viernes 3 de abril, donde cita el DNU N° 325/2020 sobre el teletrabajo en el sector público y otro comunicado que indica que existen determinadas tareas previstas en nuestros planes de trabajo posibles de realizarse en nuestros hogares”, agregaron en un documento al que accedió AIM.
Sin embargo, “lejos del ideal planteado por las patronales estatales y privadas sobre la modalidad “home office”, la realidad nos muestra lo contrario. En las distintas áreas en las que nos desempeñamos como investigadores en formación se hace imposible la continuidad laboral por el tipo de proyectos y desarrollos que requieren de instrumentos y recursos que no pueden replicarse en el ámbito doméstico”.
Otra situación sumamente preocupante es la que viven muchos científicos, enfrentando el aislamiento sin redes de apoyo. “Debemos resolver el cuidado de nuestros hijos y personas a cargo, intentando conciliar las demandas domesticas con las obligaciones laborales. Esta situación genera un enorme desgaste físico y emocional que tiene un impacto directo sobre nuestras condiciones de vida, afectando principalmente a las mujeres que somos quienes históricamente atendemos las demandas de cuidado dentro de los hogares. Esta sobrecarga de trabajo y responsabilidades tiene su correlato en desiguales carreras académicas e inserción en el mercado de trabajo”, detallaron desde el sector.
“Se nos exige productividad sin importar la calidad y los procesos de trabajo que se corresponden con el desarrollo científico, ni la situación epidemiológica y su impacto sobre nuestras vidas. La situación se agrava debido a la ausencia de una política clara en materia de licencias por maternidad para las becarias, licencias por enfermedad (propia y de nuestros familiares a cargo) que incluya a todo el sector, la falta de infraestructura de cuidado y la ausencia de cobertura de salud para nuestros hijos, además de nuestros sueldos por debajo de la línea de pobreza”, explicaron los científicos a este Medio.
En este marco, desde Jóvenes Científicos Precarizados, “reiteramos la exigencia de una prórroga para la totalidad de becas vigentes otorgadas por Conicet, Agencia, universidades nacionales y demás organismos de Ciencia y Tecnología por el tiempo establecido de aislamiento social, preventivo y obligatorio, sin subsumir estas prórrogas a las que luego correspondan por licencias por maternidad, por enfermedad y por otras causales”. Asimismo, frente a la posibilidad del levantamiento gradual de la cuarentena, “exigimos licencias de cuidado para quienes tengan a cargo el cuidado de hijos y personas dentro del grupo de riesgo y que se extiendan considerando el plazo que requerirá la apertura de los establecimientos educativos, jardines, guarderías y servicios de atención y asistencia para quienes lo requieran. Este reclamo es acorde con el efectivo cumplimiento de la disposición publicada en el Boletín Oficial mediante la resolución 207/20202 que contempla la licencia laboral de quienes tengan hijo a cargo durante el periodo de suspensión de clases”.
También “alertamos a las autoridades de Conicet y de los organismos de Ciencia y Tecnología sobre la necesidad de reconsideración de los plazos de evaluación para quienes solicitamos dichas licencias, contemplando las condiciones de producción y trabajo que atravesamos y que afectan nuestras posibilidades de “competir” por el otorgamiento de becas e ingresos a carrera”.
Sin estas prórrogas, licencias y revisión de criterios, “los organismos del sistema científico nacional continúan reforzando los mecanismos de desigualdad e incrementando las brechas de género al mismo tiempo que siguen agravando la situación de precariedad laboral del conjunto de becarios y becarias al interior del sector. Por todo esto seguimos reafirmando que investigar es trabajar”, ratificaron.