En una entrevista con AIM, el gobernador, Rogelio Frigerio, definió su primer año de gestión; compartió sus principales ideas; repasó sus logros más importantes; aseguró que el eje de su programa de gobierno son los entrerrianos; y definió los desafíos para lo que queda de la gestión.
- ¿Si tuviera que definir su primer año de gestión, cómo lo haría?
- Como un año de siembra. A pesar de que nos tocó el peor momento de nuestra historia en términos de ingresos para el Estado, empezamos a sembrar el cambio que los entrerrianos decidieron y que esperaron tanto tiempo. Y estoy convencido que muy pronto vamos a ver los frutos.
Recibimos una provincia con los números en rojo, pero estamos poniendo las cosas en su lugar, estamos poniendo orden donde había desorden y luz donde había oscuridad.
Además, desplegamos una agenda de trabajo común con el sector privado de la provincia, sentados en la misma mesa para solucionar los problemas de los que producen y crean trabajo en Entre Ríos.
La tercera pata del trabajo que llevamos a cabo este año fue cuidar a los más vulnerables, y en especial después del retiro del gobierno nacional en políticas muy sensibles. Porque el ajuste no puede hacerse a expensas de lo básico que necesitan las personas para vivir y construir su futuro.
- ¿Cuáles considera que son sus principales logros?
- El principal logro tiene que ver con llevar a cabo el ordenamiento que el Estado provincial necesitaba hace mucho tiempo. Fueron décadas de malgastar el dinero de los contribuyentes en privilegios de la política. Y el resultado de eso se nota en el estado desastroso de las rutas provinciales, en las escuelas que están en emergencia, en la falta de recursos en hospitales y otras tantas necesidades que vienen sufriendo los entrerrianos.
Por eso nos propusimos ser el gobierno más austero de la historia, y recortamos a la mitad la planta política; redujimos los contratos en la legislatura; eliminamos los gastos reservados; y quitamos las jubilaciones de privilegio a gobernador y vice, entre otras muchas medidas.
Sostuvimos servicios esenciales que antes financiaba el gobierno nacional. Un ejemplo muy claro es el Fonid que hasta este año pagó siempre la Nación. Nosotros decidimos sostenerlo con recursos propios. Aumentamos un 100 por ciento los recursos para comedores; salvamos la Caja de Jubilaciones de un colapso inminente y redujimos el déficit en un 25 por ciento; pagamos el vencimiento de capital e intereses de la deuda en dólares que nos dejaron; iniciamos un plan de pagos con las empresas contratistas y reactivamos las obras públicas paralizadas. Además recuperamos la Dirección Provincial de Vialidad, intervenimos como no se veía hace décadas los caminos rurales, y lanzamos el plan de bacheo en las rutas de la provincia.
Haber defendido los derechos y los intereses de los entrerrianos como nunca antes se hizo. Hace décadas que no se le reconoce a Entre Ríos lo que le corresponde, y sin embargo ningún gobierno anterior reclamó con firmeza. Nosotros, en menos de un año acudimos a la Corte Suprema de Justicia, que es el órgano que tiene que mediar entre la Nación y las provincias, con tres demandas puntuales.
Pero además, cambiamos el modo de trabajar entre los sectores público y privado. Ahora estamos todos sentados en la misma mesa para llegar a las soluciones que necesitan los que invierten, producen y crean trabajo en Entre Ríos. Así es como logramos ser la provincia con más créditos en gestión en la línea de financiamiento Reactivación Productiva que tiene el CFI, y una de las primeras del país en implementar el programa Empresas Núcleo que es muy novedoso y muy bueno para el encadenamiento productivo y la industrialización de la producción primaria.
- Si tuviera que considerar, ¿Cuál es el eje de su programa de gobierno?
- El eje de mi gobierno son los entrerrianos, que los entrerrianos vivan mejor que antes, que encuentren en la provincia lo que quieren para ellos, para sus familias y para su futuro, que quienes trabajan, se esfuerzan y hacen las cosas bien puedan desarrollarse.
Por eso todos los días estoy muy enfocado en acciones nuevas, en cambiar lo que no funcionó, mejorar lo que sirve y evaluar constantemente el trabajo que hacemos. Es un ritmo muy exigente, pero estamos muy concentrados en hacer realidad el cambio que eligieron los entrerrianos. Porque la mayor responsabilidad que tenemos es cuidar la esperanza de la gente, no decepcionarlos, como ha hecho la política hasta acá. Nosotros no podemos fallar.
- ¿Cuáles son los desafíos de lo que queda de la gestión?
- Siento que mi mayor desafío es poner a Entre Ríos nuevamente en lo más alto del país, integrarla a la región y al mundo de manera competitiva; que sea protagonista, como lo fue hace muchos años.
Siempre lo digo, Entre Ríos es una provincia de un gran potencial. Por sus características, su ubicación, pero fundamentalmente por ese ADN entrerriano tan ligado al trabajo, al esfuerzo personal, al mérito. Eso lo veo todos los días cuando recorro la provincia y hablo con los vecinos. Ahí es donde cada vez me convenzo más de que, si cambiamos la forma en la que se manejó la política hasta acá, si logramos terminar con la corrupción, la oscuridad y la falta de eficiencia; si apoyamos a los que producen, a los que trabajan, la provincia va a crecer, va a transformarse en lo que todos queremos.
Vuelvo al comienzo: Estamos sembrando y tenemos una gran tierra y la mejor semilla.