Elegir a las feministas como enemigo público del gobierno “es una medida de distracción”, afirmó a AIM la exdiputada provincial y referente del movimiento feminista entrerriano, Lucy Grimalt, quien señaló que se busca tapar las consecuencias del ajuste. Advirtió que “borrar el lenguaje inclusivo es invisibilizar a los grandes colectivos que forman parte de la sociedad argentina”.

Sobre la reciente medida Lucy Grimalt consideró: “Es una muestra más de todas las maniobras de distracción que realiza para que el pueblo, la gente que sufre, las poblaciones que están en situación de mayor vulnerabilidad económica y social estén distraídas con esta medida”.

Utilizando esta prohibición, analizó Lucy Grimalt para esta Agencia, intentan que “no veamos los reales efectos, devastadores, terribles y trágicos porque hoy en Argentina sí ya hay hambre debido a todas las medidas económicas, de abandono de políticas públicas que protegían a la población más pobre”; y agregó: “Viene a tapar el desastre social que hoy está ocurriendo con la gran precarización y desordenamiento de la vida de cada argentina y argentino”.

La referente indicó que “siempre desde el feminismo estamos señalando que lo que no se nombra no existe, que la cultura patriarcal hegemónica invisibiliza a grandes colectivos de la población negándoles derechos y teniendo privilegios que le permiten vivir mejor en desmedro de todos estos otros colectivos que se ignoran”.

La negación de derechos “es negar mejores condiciones de vida, la igualdad en el trato laboral, las diferencias que existen entre las personas, las desigualdades culturales, educativas que existen”. De este modo, “el lenguaje inclusivo es poner sobre la mesa y nombrar a cada uno de los sectores que forman parte de esta sociedad; el feminismo y el lenguaje inclusivo plantean nombrémonos a todas, todos, todes; pone sobre la agenda de la vida cotidiana el decir que es mentira que hay un solo colectivo de personas que son los varones que pueden decidir sobre la vida del resto, es mentira que existe una sola forma de autopercibirse en su género (hegemónica binario varón – mujer). Hay otras identidades políticas sexuales como las personas trans, las identidades lésbicas o gay”.

Enfatizó Grimalt que desde el feminismo “se atiende las diversidades de la sociedad y dice todas somos personas humanas, todas merecemos vivir en dignidad, todas tenemos especificidades y necesidades especiales y, por lo tanto, cualquier gobierno, cualquier sociedad que se precie de ser humana y democrática debe contemplar estas diferencias: eso es el lenguaje inclusivo”.

Para la dirigente, el gobierno de Javier Milei “viene con una política totalmente genocida de borrar la forma de vida de la República Argentina, donde nuestra sociedad está muy integrada, donde existe una gran clase media trabajadora, para borrar los derechos en desmedro de cada uno de nosotros para favorecer a unos pocos intereses económicos que son nada más y nada menos que sus amigos empresarios: ese es el gobierno de Milei hoy”.

Remarcó la exdiputada, “elegirnos a nosotras, a las feministas, como su enemigo público es nada más que una medida distractoria, y borrar el lenguaje inclusivo es invisibilizar a los grandes colectivos que forman parte de la sociedad argentina, que es diversa, lo que la hace muy rica, porque tiene diversidad de religiones, de etnias, de personas que viven su sexualidad de acuerdo a como se autoperciben; todo eso es lo que intenta borrar con esta medida el Presidente de la Nación”.

Concluyó señalando que el gran problema que tiene Javier Milei “es que el sol no se tapa con las manos, y nosotras, nosotros, nosotres ya existimos, ya estamos acá y no nos pueden borrar diciendo que van a borrar el lenguaje inclusivo”.