En este artículo de opinión, Eduardo Mariano Lualdi, coordinador del Foro Patriótico y Popular, compartió con AIM consideraciones sobre el desmantelamiento que realiza el Gobierno nacional del sistema industrial militar. “El tándem Santiago Caputo y Federico Sturzenegger, son los perduellis en quienes Javier Milei confía para el desguace final de la independencia y el autosostenimiento de la Argentina en el campo de la defensa nacional y muchos otros”.

En los últimos tiempos se han conocido diferentes informaciones sobre la hoja de ruta del gobierno de La Libertad Avanza para la destrucción de los últimos restos del sistema industrial-militar. Se trata de un sistema fundamental para proveer a un verdadero proyecto de defensa nacional, integral e integrado, de carácter disuasivo y que tenga por norte la recuperación de todos los territorios usurpados y otros que ocupa y espera colonizar el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Esta hoja de ruta incluye la destrucción, además, de los eslabones significativos de la investigación técnica y científica en distintos ámbitos de la vida nacional. No solo del complejo industrial-militar y de las fuerzas armadas, sino de la vida civil, incluyendo organismos estatales y/o provinciales, amén de los intentos de destrucción del sistema educativo universitario, el que, según se conoce, se prepara para una nueva y larga lucha en defensa de la educación pública.

Dos noticias han recabado la atención de los medios. La primera es la incorporación de un veedor de Eeuu, quien ha sido designado por este gobierno como un verdadero ministro plenipotenciario de Eeuu en el ámbito de la defensa. Nos referimos a Víctor Santiago, quien, a partir de su designación como jefe (“asesor”) del área de Ciberdefensa, tendrá el control y el dominio de entidades como Fabricaciones Militares, Undef, Iosfa, Instituto Meteorológico Nacional, Instituto Geográfico Nacional, etc. Un verdadero jefe que, seguramente, tendrá como fieles asistentes al mendocino Petri y a la transformista política de Patricia Bullrich, hoy, como ayer, abrazada a los servicios especiales de potencias extranjeras.

La segunda noticia es la posible venta de la fábrica de Río Tercero a Eeuu. Río Tercero, recordemos, fue volada intencionalmente, para tapar una de las tantas inmundicias del gobierno de Carlos Menen y la conducción de Balza.

A Eeuu no le interesa la capacidad productiva metalmecánica de Río Tercero, solo su inteligencia en la producción química (pólvora, municiones, explosivos). Eeuu compraría la fábrica para apropiarse de esas capacidades, y condenaría al sector metalmecánico al desguace final. Esta partición implica, de hecho, la destrucción de la fábrica tal y como fue concebida.

La hoja de ruta de la indefensión nacional no terminará en esta liquidación. El tándem Santiago Caputo y Federico Sturzenegger, son los perduellis en quienes Javier Milei confía para el desguace final de la independencia y el autosostenimiento de la Argentina en el campo de la defensa nacional y muchos otros. A Río Tercero le antecede Fanazul, y los proyectos de destruir Arsat, la capacidad del Invap, o de imponer jefes políticos al sistema nuclear para llevar esta esfera de la producción de energía al colapso y liquidación a manos extranjeras. También el remate a precio vil de miles de hectáreas fiscales que dependen de distintas instituciones nacionales que sabemos, a ciencia cierta, irá a parar a propiedad de grupos extranjeros, avanzando a paso redoblado en la extranjerización de las tierras de nuestro país. A esto apunta, también, la derogación de la 26.160 con el verso del “peligro” de los pueblos originarios, en sentido totalmente contrario a los lineamientos estratégicos que los padres fundadores, Belgrano, Güemes y San Martín, tuvieron sobre esta cuestión.

De Federico Sturzenegger no es necesario extenderse en comentarios, es harto conocida su voluntad antinacional. En cambio, Santiago Caputo, sobrino de Toto Caputo que anda por el mundo mendigando dólares y ofreciendo el alma Argentina a cambio, es un joven fascista menos conocido, un perduellis más sofisticado, un “talibán” de la entrega nacional quien, sin tener un cargo público oficial, ejerce de monje negro en la estructura política del actual oficialismo teniendo como trinchera las “redes sociales”, tras las cuales se esconde para insultar y maldecir a cualquier oponente al programa de sus verdaderos jefes políticos, económicos y militares.

El proyecto de Ley que Petri ha presentado al Congreso de la Nación y ha defendido recientemente, buscando incorporar a las Ffaa a la represión interna, es parte de esa hoja de ruta. La supuesta “lucha contra el terrorismo” (recordar la repudiada Ley antiterrorista 26.734 sancionada el 2 de diciembre de 2001), no es más que un taparrabos para esconder la verdadera intención de este proyecto.

Hace ya muchos años que estos sectores que promueven la indefensión nacional, del bando que fuera, procuran transformar al sistema de defensa nacional en una guardia interna, una guardia pretoriana desentendida de la defensa nacional y muy acorde a los intereses y objetivos del Reino Unido de Gran Bretaña a Irlanda del Norte y sus socios de la Otan, especialmente Eeuu.

Para el objetivo de hacer del ejército de tierra una expansión real de la Gendarmería (con el nombre que se le imponga), de la Armada una de la Prefectura, y un sistema aéreo restringido a unos pocos aviones obsoletos, mantener el sistema industrial-militar, desarrollar las capacidades científico-técnicas y asistirlo con fondos suficientes, es innecesario. Para un país en el que crece la dependencia, se aplaude el fraccionamiento territorial a manos del colonialismo británico, y se lo involucra en la disputa mundial a favor de uno de los bloques imperialista/colonialista (Eeuu/Otan/Israel), frente al otro de Rusia/China y asociados, la defensa nacional no es una necesidad.

A su vez, esta hoja de ruta de La Libertad Avanza, impulsada por el trío Petri/Bullrich/Sturzenegger, incluye la liquidación del sistema de seguridad interna, al transformar a la Gendarmería, la Prefectura, etc., en fuerzas volcadas a la represión al pueblo. El abandono de las fronteras que viene de largos años, con el beneficio de libertad para el narcotráfico y el contrabando calificado sistemático, viene, por lo menos de la década de 1990, con la política de claudicación nacional del gobierno de Carlos Menem luego de la firma de los oprobiosos acuerdos de Madrid de octubre de 1989 y febrero de 1990. Dio un salto en 2006, si mal no recuerda quien esto escribe, cuando se decidió trasladar importantes contingentes de Gendarmería y Prefectura al conurbano bonaerense, abandonando la custodia de las fronteras de fuerzas cuyo objetivo sustancia era, ser fuerzas de fronteras.

Los proyectos de blanqueo de capitales sin restricciones, la transformación de los clubes de fútbol en sociedades anónimas que parece inocente, pero no lo es, son eslabones en esta construcción de la indefensión y la inseguridad. Serán los capitales provenientes del narcotráfico, la trata de personas para la esclavitud sexual o laboral, la trata de niñas y niños para la pedofilia, y el contrabando calificado los que se beneficiarán con estas medidas. Narcotraficantes y pedófilos podrán gritar a viva voz: ¡viva la libertad, carajo! De negocios turbios. Estas medidas son tan escandalosas, que han llamado la atención del Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi), que amenaza con incluir a la Argentina de Milei, Bullrich, Petri, Caputo, Sturzenegger, en su lista de países turbios o grises.

El escandaloso proyecto de inocular cien mil millones de pesos a la renombrada Side, bajo el mando de Santiago Caputo —socio y alter ego de Karina y Javier Milei—, no persigue otro fin que completar ese proyecto de indefensión y entrega nacional. Es cierto que el Congreso de la Nación votó contra el DNU que Javier Milei promulgó con ese fin, lo que es positivo. Pero siendo un gobierno con facultades ilimitadas otorgadas por ese mismo Congreso Nacional, no existe impedimento real para que, por otros mecanismos pseudo institucionales, se dote a la Side del joven Caputo, de fondos abundantes para el espionaje y la persecución interna. Lo hemos dicho en anteriores oportunidades, la Ley Bases que promulgó el Congreso y que requirió del voto positivo de Victoria Villarruel para su sanción, es una verdadera reforma constitucional encubierta. Una reforma destinada a liquidar la Argentina industrial, técnica y científica, y devolverla a las formas políticas y económicas de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando más del 90 por ciento de la ciudadanía era pobre y carecía de todo derecho social. Aquella de los “niños” bien, que tiraban manteca al techo y realizó los primeros pogromos contra judíos, anarquistas y socialistas, la de la Ley 4.144, de Residencia o Ley Cané, en la que una oligarquía, reencarnada hoy en personajes como Santiago Caputo, se arrastraba por los pasillos de las potencias mundiales, en especial de Inglaterra, jactándose de ser “la joya más preciada de la corona británica”.

El 2 de abril de 2024, sostuvimos en el Cenotafio a los caídos en Malvinas de la Plaza San Martín, Retiro, Caba: “Una Defensa Nacional, Integral e Integrada no solo se reduce a la posesión de materiales bélicos de proyección total, sino también soberanía y seguridad en el área energética (YPF y Aerolíneas Argentinas como Sociedades del Estado), en Fabricaciones Militares, desarrollo Científico y Técnico general (Conicet y Universidades, Investigación Científica básica, aplicada y desarrollo tecnológico, etc.) de elementos de uso dual, desarrollo aeroespacial (Conae, Arsat), de comunicaciones, fabricación nacional e incluso estatal de elementos claves de subsistencia militar y civil (medicamentos, vacunas, alimentos, insumos industriales estratégicos, etc.) y control efectivo del territorio, no solo continental, sino también de espacios marítimos y aéreos, la confluencia de los dos Océanos, la proyección a nuestro Sector Antártico y la integridad territorial completa incluyendo a las Malvinas usurpadas y el dominio efectivo de nuestros ríos interiores.

El desarrollo de nuestro sistema de defensa debe y puede inspirarse en los fundadores de la Patria y en el valor y la entrega de criollos, negros y originarios en la lucha por la emancipación.

Una defensa nacional, patriótica y popular que recoja la tradición continental, latinoamericana, de todas las luchas por la libertad y la independencia de sus pueblos y naciones, como las encabezadas por Hatuey, Lautaro, Telomián Condié, Viltipoco, Tupac Amaru, Tupac Katari y los abnegados líderes de las guerras calchaquíes y las guerras guaraníticas.

Defensa nacional patriótica, de carácter verdaderamente popular, que representaron los combatientes de la Reconquista y la Defensa de Buenos Aires en 1806 y 1807; los ejércitos de la patria en las batallas de Tucumán y Salta al mando del General Belgrano; las milicias al mando de la Generala Juana Azurduy; el Ejército de los Andes organizado y comandado por el Libertador General San Martín; el ejército gaucho al mando del General Martín Miguel de Güemes; los Ejércitos libertadores del General Artigas y su hijo, el Comandante General Andrés Guacurarí Artigas, la gloriosa armada argentina al mando de Guillermo Brown y los combatientes de la Vuelta de Obligado, Tonelero y Punta Quebracho. Y con el ejemplo imperecedero de los heroicos 649 soldados, suboficiales, oficiales y civiles voluntarios caídos durante la reconquista y la Defensa de Malvinas en 1982”.

Defender la empresa de Río Tercero, desde el protagonismo institucional que cada uno tiene, sea desde los sindicatos, el parlamento, la prensa o las organizaciones del pueblo, es defender la patria. La independencia nacional se forjó con el sacrificio de miles de compatriotas. Hagamos honor a aquel legado. Ni amo viejo, ni amo nuevo, ¡ningún amo! Libres de todo dominio extranjero. Que así sea.