El modelo de extractivismo depredador que padece la Argentina desde hace casi tres décadas, "está afectando la sustentabilidad de nuestros recursos; está afectando el suelo, los acuíferos, el aire; y está depredando el territorio cada vez más. Potencian ese proceso de depredación para generar recursos, exportarlos para generar dólares, para pagar intereses usureros y el capital, por una deuda fraudulenta que jamás pidió el pueblo argentino, pero que, sin embargo, la pagó más de diez veces y ahora debemos cada vez más. El panorama no es el mejor”, afirmó a AIM el contador Luis Lafferriere, impulsor de una cátedra abierta por un Mundo Nuevo

Lafferriere, que fue profesor de Economía Política en varias universidades durante casi 40 años, entre ellas, la Uner, la UBA y la UNL, y ahora, es impulsor de la cátedra abierta por un Mundo Nuevo, explicó a esta Agencia que “los gobiernos anteriores han venido concretando las políticas de depredación del territorio, de entrega de nuestros recursos, de ajustes sucesivos sobre las condiciones de vida de la gente. Eso es indudable, eso viene desde los años 90 del siglo pasado, y ha venido empeorando todo, empeorando tanto las condiciones ambientales, que lo que van a permitir o van a impedir es que las futuras generaciones puedan vivir en este territorio”.

Íbamos mail, pero estamos peor
Lafferriere aclaró que “esas acciones las han llevado a cabo los gobiernos anteriores; pero lo que hacían, en comparación con lo que intenta hacer ahora la partidocracia que nos gobierna, era menos, aunque igual íbamos hacia el abismo. La democracia se ha ido condicionando a los intereses de estos sectores poderosos que gobiernan el mundo, y que, además, tienen un proyecto que yo le llamo neomalthusiano. Estos sectores poderosos del mundo, son los dueños del mundo: el capital financiero y las grandes corporaciones, que saben muy bien que los recursos son cada vez más escasos a nivel planetario, recursos que son esenciales para la vida, y que tratarán de apoderarse para usarlos ellos”, fustigó.

Achicar para seguir depredando
Para el contador, “los dueños del mundo” deducen que esa escasez de recursos se debe a que “somos demasiados en el mundo, y no porque hay unos pocos que consumen demasiado y depredan. Entonces, su plan es achicar población y apoderarse de los recursos. En ese marco, vamos a poder entender las luchas por los recursos que hay en el Medio Oriente, en Ucrania y hoy mismo el proyecto del Estado de Israel”.

DNU inconstitucional
Al pensar en la Argentina, y en el paquete de leyes que envió el Gobierno de Javier Milei al Congreso y que ya fue rechazado por Diputados, “de manera absolutamente inconstitucional, con un DNU, pretende borrar artículos y derechos que están consagrados en la Constitución Nacional y en otras leyes, en el Código Civil y Comercial. Además de ser violador del orden jurídico, habilita una entrega mayor, multiplicada de todos nuestros recursos, y faculta un proceso de empobrecimiento brutal de las condiciones de vida de la gente, porque intenta dejar sin efecto, por ejemplo, el ajuste de los haberes jubilatorios trimestrales que se hacía y ya fueron tocados por el gobierno anterior, cuando sacó dentro de la fórmula de la movilidad el ajuste por inflación. Eso fue un acto criminal que realizó el gobierno anterior. Este gobierno directamente dice 'no, saquemos el ajuste directamente, saquemos la movilidad, la vamos a hacer por decreto', cuando la gran mayoría, por lo menos el 90 por ciento de los jubilados, según el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, están recibiendo muy por debajo de la canasta básica de supervivencia de la tercera edad. Este proyecto, para la tercera edad, lo que significa es: 'vamos a matar a la abrumadora mayoría de los ancianos mucho más rápido porque no les vamos a dar los ingresos mínimos, elementales, para que puedan seguir viviendo'. Esto es demencial, esto es criminal, y es una de las tantas medidas del DNU”.

Alerta roja
Desde lo ambiental, “se intenta entregar absolutamente todo el territorio a la voracidad de las corporaciones; entregar las riquezas del mar Argentino, que son inmensas, y están siendo depredadas. Pero esto de entregar sin ningún tipo de control del límite, entregar también la riqueza del subsuelo submarino a las petroleras, de los cursos de los ríos, de los acuíferos, es brutal en términos económicos, sociales, ambientales, es entregar inclusive, las últimas joyas de la abuela, del patrimonio de los argentinos, como lo son las empresas estatales”.

Devaluación feroz
Pero, aclaró el economista a AIM, con muchos agravantes, “porque este gobierno, en medio de una situación que teníamos una inflación del 130 por ciento anual, dispone una devaluación de más de un 100 por ciento, cuando se sabe que en la Argentina la inflación, desde mediados del siglo pasado hasta hoy, se explica por la devaluación de precios frente al dólar. Es decir, cuando se define una devaluación del peso, automáticamente se transforma en inflación. Los argentinos ya teníamos una inflación del 127 por ciento y el gobierno aplicó una devaluación de más del 100 por ciento, lo que significa un nuevo aumento, una nueva potenciación de la inflación de más del 100 por ciento. ¿Y eso qué implica? Implica transferir recursos e ingresos de los sectores mayoritarios al bolsillo de un reducido grupo núcleo de grandes empresas formadoras de precios, de las grandes corporaciones que dominan el mercado; es decir, potenciar más la concentración de la riqueza, pero como está tan extranjerizada la economía, esa riqueza termina fuera del país”.

Plan masacre
Entonces, esto significa, lo que Lafferriere denomina “plan masacre, porque implica una masacre en términos sociales. Los aumentos que se están dando en la canasta familiar hoy constituyen una masacre al bolsillo de las grandes mayorías; es insostenible, es insoportable. Es decir, si apenas alcanzaba o si ni alcanzaba siquiera para comer a grandes porcentajes de la población, hoy directamente pasan hambre de manera abierta”.

En términos ambientales, significa eliminar cualquier tipo de control o limitación a la depredación, a la contaminación de los recursos. “Los acuíferos, la megaminería de fracking, la contaminación de la monoproducción de transgénicos, con uso masivo de agrotóxicos, no va a tener límites. En anteriores gobiernos tenían algunos límites. Hoy se elimina todo; es decir, si íbamos marchando hacia el abismo, ahora aceleramos a velocidad de misil la marcha que llevábamos. ¿Por qué? Muy simple: porque hoy ya no existen más límites, como si los problemas que teníamos hubieran desaparecido porque lo dice un decreto de necesidad y urgencia. Me pregunto: ¿Había necesidad y urgencia de actuar en la Argentina? Sí, la hay. ¿Para qué? Para terminar con la pobreza y con el hambre, esa es la urgencia. Ahora, justamente, las medidas que se toman son para potenciar la pobreza y el hambre. Y yo insisto entre aquellos que todavía creen, de manera ingenua, ilusa, que hacen el esfuerzo para salir. Esto es tremendo, porque encima todavía (el presidente, Javier Milei) es mentiroso, porque no vamos a salir. Esto es un esfuerzo para caer más rápido en el abismo”, cerró.