Julieta Silva fue condenada a tres años y nueve meses de prisión por el asesinato de su novio, el rugbier Genaro Fortunato, en Mendoza. Para el Tribunal, la acusada de 30 años atropelló al joven pero lo hizo sin intención de asesinarlo.
La última jornada del juicio tuvo una intervención inesperada después de que Silva se negara a hacer uso de sus últimas palabras. En su lugar, fue Graciela Linares, la mamá de la víctima, quien habló y se dirigió directo a la acusada: "¿Por qué Julieta?, Genaro te quería".
Silva se quebró en llanto y el debate pasó a un cuarto intermedio hasta que los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle dieron a conocer su veredicto, que fue unánime.
La acusada seguirá detenida en prisión domiciliaria, tal como resolvió el Tribunal.