El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Oscar Muntes, afirmó a AIM que el gremio espera que el gobierno provincial convoque a paritarias para seguir discutiendo salarios y que otorgue un bono de emergencia para quienes cobran hasta 400.000 pesos. Además, confirmó que las asambleas “seguirán en cada lugar de trabajo porque la desazón y la bronca en cada uno de los trabajadores y trabajadoras por la pérdida del poder adquisitivo producto de la devolución es muy grande”.

Las medidas que anunció el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, generan expectativas en Entre Ríos, ya que la paritaria quedó abierta, ya que en la última reunión “no se lograron los resultados que se esperaban”, dijo Muntes, quien recordó que se pide al Ejecutivo un bono o una suma fija, “para poder recuperar el poder adquisitivo que se generó por la devolución”.

“Había mucha expectativa en el anuncio del ministro de Economía y eso generó que todos los trabajadores y trabajadoras tengan alta la expectativa con respecto al adicional no remunerativo en Entre Ríos”, pero señaló que “el problema está en que la provincia el ministro de Economía, Hugo Ballay, indicó que no iban a tener recursos para hacer frente a esta situación”.

En ese marco, el dirigente sindical auguró “que se entienda la necesidad que tienen los trabajadores y trabajadoras”, por lo que confirmó que ATE insistirá con asambleas en las unidades de trabajo “para coordinar cómo se continúa, porque hay una situación compleja en un escenario electoral muy difícil, donde la derecha asecha, pero también los funcionarios deben comprender que hay una fuerte pérdida del poder adquisitivo que debe ser recuperado”.

“Estamos en un momento muy difícil, pero seguiremos planteando que el gobierno provincial y todos los municipios, sigan el ejemplo del gobierno nacional, es decir, que a quienes perciben sueldos hasta 400.000 pesos se otorgue un bono”, pero apuntó que “genera mucha incertidumbre que sea a cuenta de la paritaria y no se genera mucha incertidumbre”.

En definitiva, “las asambleas seguirán en cada lugar de trabajo porque la desazón y la bronca en cada uno de los trabajadores y trabajadoras por la pérdida del poder adquisitivo producto de la devolución es muy grande”.