El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, dijo a AIM que el debate sobre la Ley de coparticipación federal está pendiente, pero consideró que “probablemente no sea el momento más oportuno para encararlo”.

La discrecionalidad del manejo de los fondos públicos por parte del Gobierno nacional y la modalidad de su asignación cercena el federalismo y limita a las provincias opositoras. Hoy, con una cartografía diversa, en la que muchos distritos del país son gobernados por referentes opositores el Gobierno central intenta utilizar los recursos de Nación para disciplinar a quienes se oponen o intentan trazar un programa diferente al que plantea Mauricio Macri.

Sin embargo, el gobernador de Santa Fe (de una de las provincias que recurrió a la justicia por la  inequidad de la coparticipación) hoy resigna el debate de una nueva norma que se ajuste a lo que manda la Constitución nacional por la grave crisis que atraviesa el país.

La reforma de la Ley de coparticipación “es un debate que desde hace muchos años está pendiente, pero,  probablemente, no sea el momento más oportuno para encararlo”.

En ese sentido, el santafesino pero es un debate pendiente entre las 24 provincias y el Gobierno nacional y destacó que considera que en la discusión “se avanzó, en parte, en el Consenso Fiscal (que se firmó en noviembre del año pasado), donde se resolvieron algunos problemas de disputas por temas de coparticipación entre Nación y provincias”.

Ante ese escenario, apuntó que los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos tratan “de coordinar y de mantener un diálogo con el Gobierno nacional que tenga que ver, no solamente, con las medidas de restricción del gasto o reducción del déficit fiscal sino, también, con las posibilidades de desarrollo y crecimiento para estos años que vienen”.