Con las negociaciones muy lejos de un acuerdo y fuerte malestar en la representación de los trabajadores, este martes y el miércoles se realizará un nuevo paro bancario. Si bien aclaran que las operaciones por medios electrónicos como homebanking están garantizadas, la reposición de cajeros dependerá de las autoridades y dentro de los bancos no habrá actividad. “Ojala podamos llegar a un acuerdo lo antes posible para no generar más perjuicios al usuario, pero no estamos dispuestos a firmar en los términos que pretenden los bancos y el Gobierno”, dijo a AIM el titular de la seccional Paraná del sindicato, Juan Carlos Navarro.
Sin concurrencia a los lugares de trabajo aunque sin movilizaciones ni asambleas, los trabajadores bancarios realizarán este martes y el miércoles un nuevo paro en medio de una dilatada y tensa negociación paritaria.
Actividad paralizada: sólo cajeros automáticos y homebanking
El titular de la Asociación Bancaria, seccional Paraná, Juan Carlos Navarro, pronosticó “un acatamiento similar” al de las anteriores medidas en las que osciló entre el 90 y el 100 por ciento, por lo que aseguró que “va a estar paralizada la actividad financiera”.
Navarro aclaró a esta Agencia que en general no habrá inconvenientes con las operaciones que involucren cajeros automáticos y homebanking, pero dependerá de las autoridades de los bancos llevar a cabo la recarga de los cajeros. “Las otras operaciones van a estar paralizadas; puede haber alguna entidad que realice alguna operación pero van a estar muy limitados”, anticipó.
Lejos de un acuerdo
En cuanto al estado actual de la negociación, el dirigente señaló que “hasta ahora no hay nada concreto” y si bien reconoció que “se mantienen algunas negociaciones”, aún no se encaminan a un arreglo. “Ojala de los paros surja una reflexión del sector empresario y modifique la actitud que está teniendo hasta ahora y podamos llegar a un acuerdo lo antes posible para no generar más perjuicios al usuario, pero no estamos dispuestos a firmar en los términos que se pretende, principalmente el Gobierno de poner un techo salarial y ninguna clausula de actualización que permita compensar en el caso de que la inflación supere el porcentaje que se firme”.
Concretamente, la oferta se mantiene en el 15 por ciento: un siete por ciento que los bancos ya adelantaron en forma unilateral y luego dos cuotas del cuatro por ciento, “cuando las mismas consultoras del Banco Central están hablando de una inflación estimada por encima del 20 por ciento”, por lo que consideró "irrisoria" la pretensión del Gobierno y dijo que va “en perjuicio de los intereses de los trabajadores”.