Ante el ajuste que implementa el gobierno nacional en todos los ámbitos y el intento de acallar las voces en disidencia, “vuelven a florecer los espíritus solidarios, las relaciones fraternales, la vida en comunidad que es una de las cosas que más están siendo atacadas a través de distintas formas por parte de esta gestión. Por abajo se encuentran distintos lazos de comunicación, solidaridad, de realización de las cosas que debemos llevar adelante”, dijo a AIM Ricardo Rodríguez, integrante del Movimiento Cultura Viva Comunitaria.

En el actual contexto socieconómico, analizó Rodríguez, “la posibilidad de seguir desarrollando bienes culturales, garantizar el derecho del acceso a la cultura por parte de la población es un objetivo que se complica cada vez más”, y agregó: “La no existencia, prácticamente, de un ministerio que ahora tiene rango de secretaría de Cultura a nivel Nación hace de que todos aquellos mecanismos, programas, políticas que había orientadas a la comunidad, sin que satisfacieran totalmente las necesidades, pero que eran puntos de cultura, una serie de medidas y convocatorias a realizar distintas cosas a cambio del sostenimiento de nuestras organizaciones a través de subsidios que se conseguían, nada de eso está sucediendo. Asistimos a una verdadera imposibilidad por parte de muchas organizaciones en el país, de distintas actividades artísticas, lúdicas, culturales de no poder sostener sus espacios, de no poder hacer frente a los talleres que antes contenían y formaban a las poblaciones que están a su alrededor”.

Con respecto a la política del Libro por ciento, subsidio que otorgaba la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), “se achicó a una cifra muy irrisoria que, ante el aumento además de los libros, por más que las bibliotecas populares puedan comprar al 50 por ciento” ha hecho que este año se pudieran adquirir muy pocos títulos en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires.

“Vemos las dificultades que hay por parte de los artistas, gestores culturales, en ofrecer sus espectáculos, lo difícil que es, no solo por la falta de espacios y salas, sino que cuando existe un lugar, lógicamente, hay que tratar de que vaya la mayor cantidad de gente”, por lo que se debe tener en cuenta además el valor de las entradas. “En general, la cultura hoy atraviesa, como otros estamentos de la sociedad, por situaciones verdaderamente complicadas, difíciles”.

Indicó el referente cultural que de todas maneras “hay una cantidad de esfuerzos compartidos, comunitarios, sociales, vecinales por tratar de enfrentar esta situación; cada vez más se hace carne en toda la población, en todo el pueblo de que la salida es colectiva, que solos es más complejo, que necesitamos amucharnos y resolvernos colectivamente entre todos los problemas que padecemos. En el medio de semejante desastre vuelven a florecer los espíritus solidarios, las relaciones fraternales, la vida en comunidad que es una de las cosas que más están siendo atacadas a través de distintas formas por parte de esta gestión. Por abajo se encuentran distintos lazos de comunicación, solidaridad, de realización de las cosas que debemos llevar adelante”.