Al cumplirse este 18 de julio tres décadas del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), “Argentina debe retomar el camino de la justicia para que volvamos a tener una República con mayúsculas, por eso es que confiamos que esta iniciativa del juicio en ausencia se vuelva una realidad”, afirmó a AIM el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia) filial Entre Ríos, Pablo Soskin.

“A 30 años del atentado a la Amia nuestra comunidad pide una vez más para que la justicia sea una realidad y no una fantasía. Transcurridos 30 años es cada vez más difícil confiar en que exista justicia en nuestro país, ya con un fallo en Casación donde claramente el fallo alude a Irán como Estado terrorista del atentado y a Hezbolá como el ejecutor, uno de los proxis que en este momento incluso está atacando a Israel todos los días, es un momento especial y de reflexión para todo nuestro país”, señaló Pablo Soskin a esta Agencia.

Argentina “debe retomar el camino de la justicia para que volvamos a tener una República con mayúsculas, por eso es que confiamos que esta iniciativa del juicio en ausencia se vuelva una realidad para que prontamente puedan ser juzgados estos imputados y podamos tener una página nueva en esta historia tan negra de nuestra justicia”.

Reflexionó Soskin que además, “no es una historia solamente de la justicia, sino del poder político, que tiene que abordar este tema y dar esta herramienta del juicio en ausencia para que se pueda juzgar en la causa principal y también que pueda juzgarse a aquellos que han encubierto este atentado”.

Al analizar los 30 años en relación a lo ocurrido el 7 de octubre enfatizó: “No se trata de una guerra por un pedazo de tierra como occidente cree, sino que es una guerra religiosa y por eso hemos tenido este ataque en Argentina en una entidad mutual judía donde no había ningún tipo de propósito ni de motivo para llegar a un atentado. El atentado era golpear a los judíos, por lo cual es importante entender que estamos frente a organizaciones terroristas que no luchan contra Israel y los israelíes, sino contra todos los judíos del mundo y su propósito no solamente es destruir a Israel sino eliminar a los judíos”.

En forma conjunta con las otras religiones, “somos considerados infieles y por eso para ellos la destrucción de todos los que no sean musulmanes es parte de su óptica terrorista y contra ello el mundo occidental tiene que luchar y unificarse, porque la idea es la convivencia, la paz, el respeto, la no discriminación, esa debe ser la fuente de vida en un país y en el mundo”.