Konstantin Scherbinin (54 años), un multimillonario ruso que hizo su fortuna en el negocio del petróleo, está dejando en manos de sus hijos la elección de su próxima esposa en un controvertido reality show llamado “Millonario para matrimonio”.

Scherbinin se comprometió a respetar la decisión en pantalla de sus hijos, y le propondrá matrimonio a la afortunada mujer que seleccionen entre los 2000 aspirantes. Para mostrar su compromiso con el reality show, el magnate del petróleo ha designado a su hijo mayor para dirigir sus negocios, mientras él y el resto de la familia se centran en encontrar una nueva novia.

La premisa del show es bastante sencilla. Antes de tener la oportunidad de conocer al soltero, las candidatas primero tienen que convencer a sus hijos de que tienen lo que se necesita para convertirse en un miembro de su familia. Las mujeres salen en grupos para pararse frente a los jóvenes Scherbinins durante unos segundos, mientras las miran de arriba abajo y comentan sobre su apariencia y edad. La mayoría son rechazadas de una manera bastante brutal y humillante.

“¿Qué está haciendo ella en este programa?” preguntó la hija de Scherbinin, de 16 años, acerca de una candidata de 40 años. “Papá ama a las jóvenes y hermosas, creo que se aburrirá con ella”.

“No eres apta para nosotros”, dijo la otra hija del millonario, Olga de 20 años, a Ekaterina, una jugadora de voleibol de 1,90 m. “Papá ama las chicas altas, pero no tan altas. Eres una buena compañera para Konstantin (su hermano mayor), pero lamentablemente estamos buscando una novia para mi padre. No eres apta para nosotros, adiós”.

U-TV, el canal de televisión ruso que transmite el programa, afirma que en las últimas etapas del concurso, “las participantes se instalarán en la mansión de campo de su potencial marido para saborear el sabor del lujo, pero tendrán que someterse a pruebas difíciles: chequeos en un detector de mentiras, e incluso recordar secretos que preferirían olvidar… ”

Finalmente, la ganadora, elegida por los niños Scherbinin, recibirá una propuesta de matrimonio del propio millonario, y le corresponderá a ella aceptarla o declinarla.

Según los informes, Konstantin Scherbinin estuvo casado y se divorció cinco veces y tuvo otras tres relaciones serias que al final no funcionaron. El empresario ahora tiene dudas sobre su capacidad para discernir entre mujeres honestas y caza-fortunas, por lo que decidió dejarlo en manos de sus hijos, los jueces más meticulosos e imparciales de todos. Ellos decidirán qué candidatas están allí por el dinero, y cuáles realmente buscan amor.