La misión de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) “es marcar la cancha para que el gobierno dé prioridad a las deudas sociales internas y que comprenda que la prioridad no es pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI)”, afirmó a AIM el reelecto secretario general de organización en Paraná, Jorge ‘Kinoto’ Vázquez.
Para el 2023 la CTA de los Trabajadores “está abocada a diseñar un plan estratégico de lucha y reafirmación de todos los principios que dan fundamento político a la organización”, indicó a esta Agencia el dirigente entrerriano, quien detalló que a fin de noviembre se tendrá un Congreso Nacional “donde se debatirá el contexto político y lo que dejó la elección interna, con la mirada puesta en el año próximo, que será complejo y estará atravesado por la realidad política y económica que afecta a la clase trabajadora y los sectores más vulnerables”.
“Será un año con muchos desafíos, donde vamos a acompañar y redoblar el esfuerzo para hacerle llegar al gobierno nuestra posición política sobre el camino que se debe transitar para dar cumplimiento a lo que se planteó en la plataforma de gestión en su momento, ya que se volvía al gobierno para intentar resolver la gran crisis económica en la que nos sumergió Cambiemos con niveles de endeudamiento históricos, desmantelamiento del Estado, profundización de índices de pobreza, desocupación y nos dejó como rehenes del FMI”, indicó Vázquez.
Para el gremialista el gobierno del Frente de Todos “debe resolver cada una de las cuestiones inconclusas para el pueblo argentino”. En ese sentido, indicó que “más allá de todas las falencias que tuvo el gobierno nacional para resolver económicamente la cuestión sostiene derechos conquistados (como las paritarias, el aborto y la Asignación Universal por Hijo, por ejemplo) y si gana la derecha habrá un retroceso políticamente muy grande y hay que ser conscientes que cada conquista que se pierdan será muy difícil restablecerlas y recomponer”. La derecha “sabe qué quiere y demostró que es capaz de aplicar ajustes sin anestesia como lo hizo Mauricio Macri. Ellos siempre van a plantear que la variable del ajuste debe pasar por los trabajadores y que los derechos implican ‘déficit’”.
En ese escenario, los trabajadores “tendrán un protagonismo muy grande el año que viene, signado por la movilización y la fuerte presencia en las discusiones sobre cuáles son los modelos de país, provincias y ciudades que queremos, porque tenemos toda la legitimidad para ser considerados como la columna vertebral”, remarcó.
Con ese programa las centrales obreras deberán unirse para plantear una redistribución de la riqueza más equitativa y que favorezca a los sectores desposeídos: “No queremos seguir viendo a trabajadores por debajo de la línea de la pobreza, a hombres y mujeres de la Argentina en estado de indigencia. No queremos más una situación inflacionaria, que se hace desbastadora para las economías familiares, donde las paritarias no alcanzan nunca. Por lo que hay que poner freno a los empresarios especuladores y para eso el gobierno tiene que tener una apertura que recupere a los buenos interlocutores que reconcilien y hagan un llamamiento a que los trabajadores recuperen la consciencia de clase”.
“Todos los que se alineen con la derecha tendrán que dar sus explicaciones. Nosotros vamos por la defensa de la salud y educación pública; vamos en contra de los recortes presupuestarios; estamos a favor de la generación de empleo genuino y de una distribución de la riqueza más equitativa con un modelo productivo que contemple a las mayorías y posicione al país en el escenario internacional como se merece”, apuntó.