El investigador de Conicet Marcelo Aizen aseguró que la ecología argentina es una disciplina «muy reconocida en el exterior», y enfatizó que el accionar humano «tiene un importante impacto en la pérdida de la biodiversidad» como, por ejemplo, la reducción de entre un 25 a 30 por ciento de las especies de abejas que en promedio pueden observarse actualmente.
Hace pocos años el tema se convirtió en una preocupación a nivel mundial y se volvió relevante no sólo vinculado a la problemática ambiental, sino también vinculado a lo económico por la relevancia que tiene la polinización mediada sobre todo por abejas en la agricultura y la declinación en la diversidad de las mismas. Éste es un ejemplo de la relevancia que tiene la ciencia, más allá de la aplicación inmediata».
Aizen se expresó sobre el rol de los polinizadores, la crisis que atraviesan a nivel mundial y el impacto de la actividad humana en esta situación.
Respecto a las abejas, cuando se habla de ellas las personas piensan en las de la miel, que es una de las de las pocas especies domesticadas de abejas y polinizadores, pero hay alrededor de 20 mil especies de abejas a nivel global.
La inmensa mayoría son solitarias; hay unos pocos linajes que son sociales, como las abejas tropicales sin aguijón (que también producen miel); y después linajes que están en el medio, como los abejorros, que tienen colonias temporarias.
Situación actual
A nivel global, la declinación de polinizadores tiene no solamente un impacto en la reproducción de plantas silvestres, sino también en plantas cultivadas, de hecho, las tres cuartas partes de las plantas cultivadas dependen en mayor o menor medida de polinizadores.
Pese a que el gran volumen de la producción agrícola está representado por cereales, que son polinizados por viento, o plantas que producen tallos o tubérculos, baja la producción de una inmensa cantidad de cultivos que son importantes para nuestra alimentación como es el caso de la mayoría de los frutales y oleaginosas cuando decaen los polinizadores.
En relación a las abejas en particular existen unas 20 mil especies y nosotros hicimos una evaluación de millones de datos que son públicos como colecciones de museos, observaciones del campo, etc. y concluimos que en promedio hoy en cualquier punto de la tierra vas a observar entre un 25 y un 30 por ciento menos de especies de abejas que las que observabas 40 años atrás.
Otro problema que tenemos a veces no es la falta de polinizadores sino el exceso de ellos. En la Patagonia tenemos una especie de abejorro nativa muy emblemática (porque es el abejorro más grande del mundo), que ha declinado mucho sus poblaciones, incluso ha desaparecido de muchos lugares, debido a la introducción de especies de abejorros europeos, que no se han traído al país pero sí a Chile, y se expandió llegando hasta Tierra del Fuego convirtiéndose en especies invasora.
Estas especies se introducen porque pueden vivir en lugares cerrados por lo que se usan mucho para polinización de cultivos de invernadero como tomates, berenjenas y otros, y también se usa en polinización de cultivos a cielo abiertos como arándanos. El problema es que después se asilvestran y comienzan a reproducirse de forma descontrolada.
El problema
El problema no es que sean exóticas, sino que se vuelven tan abundantes que las relaciones que establecen, por ejemplo, con las flores terminan siendo relaciones muy desbalanceadas, ya que un exceso de visitas termina teniendo un costo para la planta.
Trabajan en la conservación de polinizadores para evitar su desaparición
En un ecosistema que no está alterado, la relación entre la planta y el polinizador es «mutualista» porque ambas partes se benefician: el polinizador se alimenta y la planta se reproduce. Cuando se introduce una especie exótica esa relación puede romperse.
Por ejemplo, en la Comarca Andina una flor de frambuesa te dura dos días y con 10 visitas maximizas la reproducción, o sea, queda una frambuesa preciosa y grande. Sin embargo, acá están recibiendo entre 400 y 700 más visitas que esto debido a esta especie invasora (el abejorro europeo) y eso termina destruyendo la flor. O sea, la poliniza, pero la destruye de tal forma que termina de producirse un fruto mucho más chico.
Lo que es relevante es poder mantener la diversidad y cuando una especie se vuelve muy dominante, las otras -ya sea por competencia o por transmisión de patógenos- disminuyen.
Impacto del hombre
El impacto de la accionar humano es total. La introducción de especies exóticas, la agricultura intensiva y extensiva que determina la falta de hábitat, el calentamiento global y el uso de pesticidas son las causas más importantes en la disminución de la diversidad de polinizadores. Y también son las causas más importantes de la pérdida de la diversidad en general, más allá de los polinizadores.
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