En el día Nacional de la Avicultura, la productora y presidenta de la delegación Crespo de Federación Agraria Argentinas (FAA), Mariela Gallinger, contó a AIM que la actividad se despliega cada vez más en la región, pero consideró que “se necesitan políticas de Estado más modernas y agiles que acompañen el crecimiento”.

Este 2 de julio se celebra el día Nacional de la Avicultura, en conmemoración a la llegada de los primeros colonos suizos a la Colonia San José (Entre Ríos) fundada por Urquiza en 1857, al considerarse esa fecha como punto de partida de la crianza de aves en forma organizada como economía familiar.

La avicultura se desarrolla “en un contexto con diversidad de ocupaciones y miradas, porque tenemos, por un lado, el crecimiento tecnológico que aplicamos los entrerrianos en la parte avícola (tanto de pollos como de producción de huevos) y, por otro, lo que se implementa en los frigoríficos, que le permite a la provincia tener un gran potencial de productos de la avicultura”, dijo a esta Agencia Gallinger.

En ese marco, la productora contó que se observa un crecimiento de la actividad, pero opinó que el Estado debe acompañar ese proceso privado: “Se tienen que actualizar las Leyes; desburocratizar la administración; proyectar a largo plazo, abriendo mercados y dando posibilidades competitivas (reduciendo la carga fiscal); mejorar la previsibilidad en cuanto a contingencias como la Gripe Aviar, cosa que en otros países lo tienen resuelto con un seguro; e invertir en infraestructura, porque, por ejemplo, los caminos no tienen mantenimiento y, a veces, no se puede entrar ni sacar insumos”.

Por otro lado, consideró que se está “atrasado con el personal calificado y personas que quieran trabajar”, lo que preocupa “porque no alcanzan los brazos para hacer todo lo que hay que hacer en este sector, que es muy demandante en cuanto a mano de obra”.

“Estamos todos los días pendientes de la granja, pero disfrutamos mucho nuestro trabajo”
Personalmente Gallinger trasmite su pasión por su trabajo. Ella remarca que en todas las empresas avícolas “son familiares, donde está el abuelo, los padres, hijos, nietos y bisnietos, quienes seguimos con la actividad que promueve el desarrollo local y regional y, sobre todo, la cultura del trabajo”.
En ese sentido, afirmó: “Tenemos que tratar de mantenernos en la actividad, por más que tengamos muchos escollos por sobrellevar, porque sobrepasa el amor que le tenemos a este laburo”.
“Te tiene que gustar mucho la agricultura, porque estas todos los días, las 24 horas, pendiente de tu granja, para que no pase nada y todo funcione, pero también hay que decir que disfrutamos mucho nuestro trabajo, porque nos encontramos con la familia, el personal y el crecimiento que vemos en la región”, remarcó.