La sequía generó diferentes rendimientos en la cosecha fina, afirmó Rogelio Riccardo, asesor técnico de la Cooperativa, Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos de Aranguren (Coopar). Por otro lado, el cultivo más castigado por la sequía y el que más superficie abarca es el de la soja.

Lo último que se cosechó fue en noviembre/diciembre de 2020 (cosecha fina), contó el ingeniero, quien agregó que “en el caso del trigo el rendimiento fue aceptable, y muy dispar, por falta de agua durante el ciclo y heladas en el momento de floración y llenado de granos, lo que hizo que algunos lotes, o en las partes bajas de los lotes, el rendimiento fuera muy bajo, aunque se compensó, en parte, con los buenos precios de la cosecha”.

En el caso de la colza, “los rendimientos fueron bajos, sufrieron daños por heladas muy intensas en el período de floración y llenado de granos, lo cual fue complicado para la trilla por lo desparejo en ese momento”, precisó. En tanto, con la arveja “ocurrió algo similar: hubo daño por heladas, y fue despareja, tamaño chico el grano, y bajos rindes”.

En la actualidad se está cosechando maíz de siembra temprana y los rindes son de acuerdo a la zona: “Donde llovió un poco mejor (zona de Don Cristóbal) los rindes son aceptables y están entre 6000 a 8000 Kg. En la zona de Aranguren, Nogoyá y Victoria, los rindes son bajos, y muy desparejos, con lotes de 2000 Kg. a 7000 Kg., debido a la falta de agua y de la ola de calor en enero, que le cortó el llenado de los granos”.

Con respecto a los sorgos graníferos, “tuvieron un buen desarrollo, algunos lotes sembrados en época han terminado su ciclo, faltando poco para la trilla; otro porcentaje importante de siembra de fines de noviembre a diciembre, está en pleno llenado de granos”, dijo.

Además, apuntó que “apareció una plaga desconocida en la zona, el pulgón amarillo de la caña de azúcar, que atacó a la totalidad de los lotes, lo cual obligó a controlar, en algunos casos dos veces y hasta tres. También, hubo ataques de oruga militar tardía muy importante en algunos lotes que tuvieron que ser tratados”. Sin embargo, en general, “los sorgos van a tener rendimientos aceptables y estarán acompañados de muy buen precio”.

En ese marco, aseguró que el cultivo más castigado por la sequía y el que más superficie abarca es el de la soja de primera, “que se encuentra en la etapa de pleno llenado de grano (etapa crítica de mayor demanda de agua y nutrientes) y atraviesa una sequía muy importante en la mayor parte del área de influencia de Coopar, con el consiguiente daño en la posibilidad de obtener un buen rinde”. En el caso de soja de segunda (sobre trigos), “se encuentra en una condición extrema (estado fisiológico de R3 a R5) , fines de floración a principio de llenado de granos). Si no se presenta una lluvia urgente y de buen milimetraje las pérdidas van a ser muy importantes y algunos lotes se perderán parcial o totalmente”. Actualmente, “los lotes que están aceptables están en la zona donde cayó algún chaparrón, lo cual les da una posibilidad, si sigue lloviendo, de tener rendimientos aceptables, pero el resto serán regulares a malos, dependiendo si acompaña alguna lluvias”.

Coopar apoya y acompaña al productor en sus cosechas
Con respecto a los servicios que ofrece Coopar a sus socios, Riccardo recordó que la cooperativa “acompaña en la toma de dimisiones en la parte técnica agronómica y comercial, como servicios de pulverizaciones aplicando las buenas prácticas agronómicas (cumpliendo con las normativas de los municipios y la ley de agroquímicos, con aplicadoras inscriptas y realizando recetas, tanto de expendio como de aplicación, y dejando las distancias que corresponden a escuelas, viviendas, galpones de pollos, colmenares, etc), y utilizando terápicos recomendados de acuerdo a cada cultivo , plaga y zonas de aplicación”.

También, Coopar dispone de “aplicadoras de fertilizantes sólidos y siembras al voleo de cultivos de servicios”.