Instituido por ley Nº 25448, el 4 de julio se conmemora el Día nacional del médico rural. La fecha elegida es la del nacimiento del doctor Esteban Laureano Maradona, “en recuerdo de su vida ejemplar, que se une a la de todos los médicos rurales argentinos cuyas historias anónimas nos esconden sus nombres y sus desvelos” (en palabras de adhesión del Senado de la Nación), registró AIM.
Esteban Laureano Maradona nació el 4 de julio de 1895 en Esperanza, provincia de Santa Fe, de familia de próceres sanjuaninos. En el año 1926 se graduó de médico en la Universidad de Buenos Aires con diploma de honor. Médico rural, naturalista, escritor y filántropo, autor de obras científicas sobre antropología, flora y fauna, vivió 50 años en una remota localidad de la provincia de Formosa, renunciando a todo tipo de honorario y premios. Su vida, que él resumió como “un eterno aprendizaje”, fue una continua superación de desafíos. De profunda vocación altruista, trabajó siempre con una gran humildad por la calidad de vida de los pueblos indígenas y los más necesitados, quienes lo rodearon de afecto y reconocimiento. “El médico de los pobres”, como se lo llamaba popularmente, murió en la ciudad de Rosario, Santa Fe, el 14 de enero de 1995, a los 99 años de edad.
El doctor Maradona escribió: “Se dice que vivir en austeridad, humilde y solidariamente es renunciar a uno mismo. En realidad, es realizarse íntegramente como hombre en la dimensión magnífica para la cual fue creado.”
Maradona vivió en la humildad y se dedicó a sanar a las personas en situación de vulnerabilidad social, particularmente con las comunidades originarias del noreste argentino.
Obtuvo su título de médico en la Universidad de Buenos Aires en 1926, con diploma de honor. Durante sus estudios fue discípulo de Bernardo Houssay. Hacia 1930, se radicó en la localidad de Resistencia (Chaco), y hacia 1932 se alistó y trabajó como voluntario en el Hospital Naval de Asunción, durante la guerra del Chaco o “del petróleo”.
Durante más de 50 años, Esteban Laureano Maradona residió en Estanislao del Campo, una pequeña localidad de la provincia de Formosa, brindando ayuda y apoyo a las comunidades toba, mataco, mocoví y pilagá. Además, realizó grandes aportes al conocimiento de las colectividades del noreste argentino, estudió sus costumbres e incorporó a sus conocimientos los de la medicina tradicional aborigen.
Entre sus obras se destacan la construcción de una colonia para personas con lepra y también la fundación de la primera escuela bilingüe del país, un pequeño establecimiento educativo que, en Formosa, brindaba clases para integrantes de pueblos originarios, utilizando en parte su lengua madre. Además, escribió libros como “A través de la Selva”, “Recuerdos campesinos”, “Una planta providencial”, “Animales cuadrúpedos americanos”, “Aves”, “Historia de los obreros de las ciencias naturales”, “El problema de la lepra”, “Plantas cauchígenas”, entre otras obras.
El compromiso que Esteban Laureano Maradona asumió como profesional, la labor desinteresada y solidaria, la denuncia de la injusticia y la defensa y atención de los pueblos originarios, valen por sí solas para destacar al hombre que orientó su saber y su esfuerzo en quienes más necesitaban.
Falleció en la ciudad de Rosario el 14 de enero de 1995, a los 99 años. Será siempre recordado como el “Doctorcito Dios”, el “Doctor Cataplasma”, el “Doctorcito Esteban”, el “médico de los pobres”, como lo llamaban sus pacientes, con profunda devoción.
“…Si algún asomo de mérito me asiste en el desempeño de mi profesión, este es bien limitado, yo no he hecho más que cumplir con el clásico juramento hipocrático de hacer el bien a mis semejantes. Muchas veces se ha dicho que vivir en austeridad, humilde y solidariamente, es renunciar a uno mismo. En realidad ello es realizarse íntegramente como hombre en la dimensión magnífica para la cual fue creado…” (Esteban Laureano Maradona)