Cada 9 de octubre se celebra el Día mundial de la salud mental, para centrar la atención de la sociedad en la identificación, tratamiento y prevención de algún trastorno emocional o de conducta elegido cada año, registró AIM. El tema de este año es "Los jóvenes y la salud mental en un mundo en transformación”.
El Día Mundial de la Salud Mental fomenta un debate abierto sobre los trastornos mentales, promoviendo su inversión en servicios de prevención, sensibilización y tratamiento.
Existe una gran falta de tratamientos, tanto en el área de los trastornos mentales y neurológicos, como los relacionados con el consumo de sustancias.
Los países con escasos recursos cuentan con menos de un especialista en salud mental por cada millón de habitantes. Se debe aumentar la inversión en salud mental, erigiendo los recursos disponibles hacia servicios más eficaces y humanitarios.
Muchos de los niños que necesitan atención de salud mental no reciben el tratamiento necesario. Es importante tratar a una edad temprana a los niños y adolescentes, para mejorar su calidad de vida, reduciendo además los costes sanitarios de toda una vida con tratamientos.
El suicidio en los jóvenes es un problema de salud mental generalizado, siendo la tercera causa de muerte entre los adolescentes en todo el mundo.
El 10 de octubre, Día mundial de la salud mental tiene por objeto sensibilizar a la población acerca de los problemas de salud mental. Es una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental (Wfmh, en sus siglas en inglés) que se celebra en más de 100 países.
En Argentina
A través de la ley nacional 26.959, el Congreso nacional argentino instituyó esta fecha en concordancia con el Día mundial de la salud mental, que Argentina viene conmemorando todos los años.
El Estado argentino reafirmó su decisión proteger la salud mental de la población y promover los derechos humanos y la inclusión social de quienes tienen padecimientos mentales.
La norma, de tres artículos, ratifica la jerarquización y prioridad que el Estado argentino otorgó desde 2003 a la salud mental en el ámbito de la salud. Y como una política vectora para la inclusión social de la población y, en particular, de los sectores más vulnerados.
No sólo eso. También ratifica la decisión de empoderar a los usuarios, sus familiares y allegados y a las organizaciones sociales y comunitarias, y convertirlos en actores claves en la construcción del nuevo paradigma.
“El poder Ejecutivo nacional, a través de los organismos pertinentes y junto a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la salud mental, implementarán en la semana previa al 10 de octubre campañas de concientización y prevención de la salud mental”, instruye el artículo 2º de la norma.
Argentina tiene su merecido Día nacional de la salud mental, una fecha que propiciará la comunicación de los avances en la consolidación del nuevo paradigma, los desafíos y pendientes y, sobre todo, la voz de sus protagonistas. Todos alentando una salud con todos, entre todos y para todos.
El tema 2018: "Los jóvenes y la salud mental en un mundo en transformación”
En la adolescencia y los primeros años de la edad adulta se producen muchos cambios: cambio de colegio o de hogar, entrada en la universidad o en el mundo laboral. Para muchos es una época apasionante, pero también puede ser causa de estrés o aprensión. En algunos casos, si no se reconocen y controlan, estos sentimientos pueden causar enfermedades mentales. El uso cada vez mayor de las tecnologías en línea, que sin duda aporta muchos beneficios, también puede generar tensiones adicionales, pues cada vez es mayor la conexión a las redes virtuales en cualquier momento del día o la noche. También hay muchos adolescentes que viven en zonas afectadas por emergencias humanitarias, como conflictos, desastres naturales y epidemias, y los jóvenes que viven estas situaciones son particularmente vulnerables a la angustia y las enfermedades mentales.
La mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años
La mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, pero la mayoría de los casos ni se detectan ni se tratan. Con respecto a la carga de morbilidad entre los adolescentes, la depresión ocupa el tercer lugar. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años. El uso nocivo del alcohol y de drogas ilícitas entre los adolescentes es un gran problema en muchos países y puede generar comportamientos peligrosos, como las prácticas sexuales de riesgo o la conducción temeraria. Otro problema son los trastornos alimentarios.
El reconocimiento de la importancia de la creación de resiliencia mental va en aumento
Afortunadamente, va en aumento el reconocimiento de lo importante que es ayudar a crear resiliencia mental, desde las edades más tempranas, para poder hacer frente a los retos que plantea el mundo actual. Cada vez son más numerosas las pruebas de que la promoción y la protección de la salud del adolescente es beneficiosa no solo para la salud a corto y a largo plazo, sino también para la economía y la sociedad, pues adultos jóvenes sanos podrán contribuir mejor a la fuerza laboral, a sus familias y comunidades, y a la sociedad en su conjunto.
La prevención empieza por un mejor conocimiento
Es mucho lo que se puede hacer para ayudar a crear resiliencia mental desde edades tempranas con el fin de evitar la angustia y las enfermedades mentales entre los adolescentes y los adultos jóvenes, así como para tratar las enfermedades mentales y lograr la recuperación. La prevención comienza por conocer y entender los signos y síntomas precoces que alertan de una enfermedad mental. Los padres y los profesores pueden contribuir a crear en los niños y adolescentes aptitudes que les ayuden a hacer frente a los retos que se encontrarán cada día en casa y en la escuela. En las escuelas y otros entornos comunitarios se puede prestar apoyo psicosocial, y, por supuesto, se puede iniciar, mejorar o ampliar la capacitación de los profesionales sanitarios para que puedan detectar y tratar los trastornos mentales.
La inversión pública y la participación de los sectores social, de salud y de la educación en programas integrales, integrados y basados en evidencias para la salud mental de los jóvenes son esenciales. Esta inversión debe vincularse con programas que den a conocer a los adolescentes y a los adultos jóvenes cómo cuidar su salud mental y que ayuden a sus compañeros, padres y maestros a saber cómo prestar apoyo a sus amigos, hijos y alumnos. Este es el objetivo del Día Mundial de la Salud Mental de este año.