Dolores Etchevehere se abstuvo de declarar este viernes ante la Justicia de Entre Ríos en la causa que se le inició por el delito de usurpación y desobediencia judicial, luego de haber ocupado y cedido la estancia familiar "Casa Nueva", en la localidad de Santa Elena, departamento de La Paz.

"Consideramos que la causa de usurpación es un mamarracho que no admite el menor análisis jurídico serio, por eso se abstuvo", dijo a Télam uno de los abogados de Dolores Etchevehere, Facundo Taboada, que también había sido citado antes la justicia de Entre Ríos.

Para Taboada su defendida enfrenta "una causa armada, como toda la historia que se armó alrededor", por lo que él mismo se abstendrá de declarar el lunes que viene, cuando le tocará presentarse ante la jueza María Carolina Castagno.

El abogado afirmó que Dolores Etchevehere considera que el delito que le imputan "es un absurdo total", y que este caso es "una discusión familiar" en la que "no hay usurpación ni desobediencia judicial".

"Vamos a presentar papeles y otras cosas para demostrar eso", afirmó Taboada, quien prometió llegar a "todas las instancias", incluida la Corte Suprema de la Nación, porque "de ningún modo va a admitir este mamarracho".

Pero el fiscal de La Paz, Oscar Sobko, sostuvo que Dolores Etchevehere ingresó a la estancia familiar con otras 40 personas y exigió la entrega de las llaves a través de amenazas e intimidaciones a los trabajadores del lugar por lo que usurpó las instalaciones.

Además el grupo hizo trabajos en la tierra del casco durante los 14 días que duró su estancia en el campo Casa Nueva, y eso reportó un daño a la propiedad privada.

Según el fiscal Sobko, Dolores Etchevehere y sus acompañantes tenían "el conocimiento de carecer de derechos" sobre el predio donde antes de su llegada "se ejercía la pacífica tenencia y explotación agrícola, tambera y ganadera".