El gobierno de Egipto anunció el contenido del sarcófago encontrado en Alejandría, de unos dos mil años de antigüedad, en el que se especulaba que estuviesen los restos de Alejandro Magno. El ministerio de Antigüedades confirmó que dentro se hallaron tres esqueletos, que serían de guerreros, pero no es la tumba del conquistador macedonio.
El sarcófago de dos metros de altura y tres de longitud había sido encontrado en una excavación en el bario de Sidi Gaber, y el anuncio de su hallazgo despertó especulaciones respecto de si se trataba de la tumba del rey que conquistó la mitad del mundo conocido hasta entonces en el siglo IV antes de Cristo y que murió a los 33 años. Una capa de mortero entre los restos y la tapa indicó que no había sido alterado desde su entierro, lo cual alimentó aún más las conjeturas sobre si dentro había una alta figura.
Los huesos encontrados dentro del sarcófago de granito negro, lleno a su vez de aguas residuales, serían de tres militares, según el experto Shaaban Abdelmoneim, quien precisó que hay un cráneo atravesado por una herida de flecha. Los restos encontrados fueron llevados al Museo Nacional de Alejandría, para su análisis.
Las especulaciones se fundaron en la confirmación de que el sarcófago databa de la era ptolemaica, es decir, del siglo III antes de Cristo. Alejandro Magno murió en el año 323 a. C., y fue quien dio inicio a esa época cuando conquistó Egipto nueve años antes. La era ptolemaica concluyó con la entrada de los romanos, tres décadas antes del inicio de la era cristiana, en tiempos de la reina Cleopatra.