El gobierno espera que los legisladores aprueben el proyecto que autoriza al Ejecutivo a disponer la capitalización de la Compañía Entrerriana de Tierras Sociedad del Estado (Cetse) por 26.000.000 de pesos, confirmó AIM. La sociedad tiene por objeto la compra y venta de bienes inmuebles para facilitar el acceso a la tierra y construcción de vivienda, realizar loteos, urbanizaciones, mejoramientos de espacio del hábitat y regularización dominial, atendiendo especialmente las necesidades de trabajadores, jóvenes, familias numerosas, desocupados y en general población con ingresos medios y bajos.
El texto que ingresó al Senado pasó a comisión para ser analizado por los legisladores. La iniciativa dispone la segunda capitalización de la Cetse; la primera fue de cinco millones, en el Presupuesto 2021 se proyectó seis millones y ésta será de 26 millones, ya que “los valores implicados en la temática inmobiliaria llevan a comprender fácilmente que será necesaria la ampliación del aporte, para que el nivel de intervención de este organismo tenga los alcances deseables”.
Con la primera capitalización permitió el desarrollo del Loteo Belgrano en Diamante (en proceso de venta), y las actuales negociaciones para nuevos emprendimientos, como uno en la ciudad de Federal, “pero resulta a todas luces insuficiente para la magnitud que significa una intervención que llegue a muchos lugares de la provincia”.
Los lotes generados por la Cetse son vendidos a los adjudicatarios “en forma similar a lo que sucede con los clásicos sistemas de vivienda social”, por lo que “se prevé que las operaciones generan y generarán un esquema de recupero de las inversiones que posibilitan nuevas intervenciones”, pero el sistema “no puede ser pensado sin un capital inicial mayor, que permita concretar los proyectos y poner en marcha las ventas financiadas, y solo a mediano y largo plazo se puede pensar en que los valores de los recuperos impliquen números importantes, sobre todo considerando que los lotes se venden a precios y condiciones absolutamente sociales, y no desde una lógica comercial”.
Sin embargo, desde el Ejecutivo aclararon que las políticas de vivienda social clásicas continúan implementándose actualmente, “pero en las últimos años quedó cada vez más en evidencia que grandes franjas de sectores económico-sociales medios, no habilitados para ingresar en aquellas por exceder los límites de los ingresos referidos, adolecen de la misma problemática habitacional, y se encuentran encerrados en un dilema complejo: imposibilidad de ahorrar lo suficiente o acceder al crédito hipotecario tradicional, por un lado, e imposibilidad de ingresar en los planes de vivienda social por el otro”.
“Parte de esta problemática ha sido atendida por el exitoso Plan Procrear, desde inicios de esta década, y su continuidad en el tiempo y próxima reedición en el presente dan cuenta de su probada efectividad. La posibilidad de contar con financiamiento liviano permite a muchas familias cumplir con el sueño de la casa propia, a la vez que el gran impulso dado a la construcción ayuda a reactivar la economía con un sentido muy federal y distribución de los recursos”, se explicó. Pero el éxito del Procrear “puso de manifiesto, por otro lado, un problema que estaba invisibilizado hasta entonces por el muy bajo nivel de demanda de lotes para construcción. Al dispararse dicha demanda se incrementaron los precios y la especulación inmobiliaria se transformó rápidamente en un problema para las ilusionadas familias. Un problema que el Estado ha tenido que tomar en agenda para intentar intervenir”.