La fiscal Cristina Caamaño es oficialmente la nueva interventora en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). La designación fue publicada este sábado en el Boletín Oficial, donde se formaliza la intervención de la agencia por un plazo de 180 días.[{adj:66654 alignright}]
Caamaño conoce el mundo del espionaje cuando le tocó hacerse cargo de una de sus funciones: las escuchas telefónicas ordenadas por los jueces que hasta ese momento las realizaba la AFI, que quedó desplazada de esa tarea.
La flamante titular de la AFI era hasta ahora presidenta de Justicia Legítima, agrupación cercana a las ideas del kirchnerismo, y dirigió el Departamento de Intercepción y Captación de las Comunicaciones (Dicom) durante la administración de Alejandra Gils Carbó al frente de la Procuración General de la Nación.
La funcionaria permaneció en ese cargo hasta que el ex presidente Mauricio Macri firmó el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 256 a fines de diciembre de 2015 para transferir la administración de las escuchas telefónicas pedidas en el marco de causas judiciales, tarea que estaba a cargo de la DICOM, al ámbito de la Corte Suprema de Justicia, que, a su vez, designó a la Cámara Federal porteña para ocuparse de esto.
La AFI funciona bajo la conducción política e institucional del Poder Ejecutivo. Según su sitio oficial, el propósito de la agencia es “producir Inteligencia Nacional Estratégica, Contrainteligencia, Inteligencia Criminal e Inteligencia Estratégica Militar con el objetivo de formular respuestas adecuadas en relación a las amenazas o riesgos que puedan afectar la seguridad exterior e interior de la Nación, como así también respecto de las actividades criminales que por sus características puedan afectar derechos fundamentales de sus habitantes”.
La ex SIDE se rige por la Ley de Inteligencia Nacional (25.520) y su modificatoria (27.126), promulgada el 3 de marzo de 2015 y publicada en el Boletín Oficial dos días más tarde. La norma entró en vigencia 120 días después y tuvo como fin la creación de la Agencia Federal de Inteligencia.
La reforma establecida disolvió la secretaría de Inteligencia (SIDE) y transfirió, desde el ministerio de Seguridad de la Nación a la AFI, la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal.
Ahora, con la designación de Caamaño, se acelerarán los planes del Gobierno para una reforma integral del sistema de inteligencia. Para este objetivo habrá un aporte fundamental por parte del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, en quien confía Alberto Fernández para el rediseño del Estado.