El 8 de mayo de 1794, durante el Terror generado por la revolución francesa, murió guillotinado Antoine Laurent Lavoisier, científico francés considerado el padre de la química.

Lavoisier introdujo la medición en la investigación química, que hasta entonces era puramente cualitativas. Se propuso medir exactamente y tener un laboratorio bien equipado para verificar experimentalmente las hipótesis.

Lavoisier nació en una familia rica, que le permitió realizar sin problemas su vocación científica En 1771, con 28 años, se casó con Marie-Anne Paulze, que tenía 13. Ella trabajó con su marido en su marido en el laboratorio; y editaría luego sus memorrias científica.

El padre de Marie era uno de los propietarios de la Ferme Generale, una empresa que recaudaba impuestos para la corona

Resultó entonces que gracias a la recaudación de impuestos que pagaban sobre todo los pobres, Lavoisier dispuso de una fortuna creciente que le permitió dedicarse sin problemas a la química pero le generó problemas que no tuvo en cuenta.

La Ferme Generale fue una institución por los revolucionarios, que la consideraban símbolo del despotismo de la monarquía

En 1792, con la llegada al poder del “incorruptible” Maximilien de Robespierre y la radicalización de la revolución, el odio hacia los recaudadores generales se desató. Lavoisier fue retirado de su laboratorio y más tarde fue arrestado. Cuando alegó que era un científico y no un recaudador de impuestos, el juez revolucionario contestó con la frase “la República no necesita científicos”.

El matemático Lagrange dijo: “Sólo ha hecho falta un instante para cortarle la cabeza; pero Francia no será capaz de producir otra semejante en un siglo”.

Lavoisier fue guillotinado junto con su suegro y otros recaudadores el 8 de mayo de 1794, cuando contaba con 51 años.