Un contador de 33 años, su pareja de profesión ingeniero; y un abogado de 40 años, son investigados por el asalto a Pablo Ferreyra ocurrido en Paraná. Este último, hijo del dueño del corralón Almafuerte, llegó a la empresa a bordo de su vehículo particular, un Audi gris, y en ese momento fue abordado por al menos dos personas que, en el forcejeo, le efectuaron dos disparos de arma de fuego.

El contador fue detenido en la casa de un familiar, en calle Artigas. No obstante, este lunes por la mañana, quedó en libertad pero supeditado a la causa. También se investiga a la pareja, de 35 años y de profesión ingeniero agrónomo.

Además, un abogado de 40 años, oriundo de Paraná, es investigado por la Justicia. Se presentó a la Fiscalía junto a su abogado defensor, Andrés Bacigalupo. Los tres profesionales acusados habrían aportado datos para que otras dos personas lleven a cabo el violento asalto.

Fuentes judiciales afirmaron que “se sabe que hubo una inteligencia previa y un entregador”. Además confirmaron que al menos cinco personas están siendo investigadas y que se habrían utilizado más de dos automóviles para perpetrar el robo.

Por otra parte, uno de los autores del ilícito había perdido una de las zapatillas en el lugar del hecho, y ahora se está determinando si ese calzado corresponde al talle de uno de los sospechosos.

La investigación
Se trata del Legajo de OGA 19132, caratulado “Fereyra Pablo Nicolás S/ Robo Agravado (en su perjuicio), que impulsa el fiscal Mariano Budasoff, quien dio un avance significativo para esclarecer el hecho.

En principio, se practicó una requisa vehicular, con intervención de testigos civiles y personal de Criminalística en un automóvil marca Citroën, modelo C4, de color blanco, dominio colocado KWT-043. Se encontraba en la vía pública, en calle Mantegazza y 3 de Febrero, en la zona del Thompson, en Villa Almendral.

Se informó que el personal de Criminalística había levantado en el lugar del hecho una huella perteneciente a un neumático, que es coincidente con el que tenía colocado el auto secuestrado.

En el vehículo se secuestraron prendas de vestir (bufanda, gorra y barbijo), además el rodado también quedó secuestrado de acuerdo a las disposiciones emitidas por la jueza de Garantías, Elisa Zilli.

Por otro lado, se realizaron cuatro allanamientos durante el domingo. Dos en domicilios ubicados en calle Coronel González al 1.300 de Paraná, donde fue notificado de la medida una persona identificada, de 35 años, de profesión ingeniero agrónomo.

En esa propiedad, el domingo, se secuestraron varios elementos informáticos y quedó detenida una persona de 33 años, de profesión contador, quien luego el lunes quedó en libertad.

En el lugar se secuestró un teléfono celular, equipos de informática y otras documentaciones de interés para la causa.

La hipótesis del entregador
Las fuentes consultadas señalaron que la investigación está “direccionada”. En este sentido, se precisó que el fiscal Mariano Budassof tiene en su escritorio varios elementos que abren líneas investigativas sólidas. El secuestro del rodado fue una de ellas.

La medida adquiere relevancia habida cuenta que el dato surge de las cámaras del corralón y que el auto fue reconocido por un testigo presencial del hecho. Abona aquellas líneas que también se identificó al dueño del rodado. De hecho, habría quedado confirmada la hipótesis de un entregador.

Los investigadores tienen cifradas muchas esperanzas en obtener evidencia importante de los allanamientos que el fiscal orden. Se señaló que las medidas se llevaron a cabo en una reconocida inmobiliaria de Paraná y en la casa de un renombrado corredor inmobiliario.

El hecho ocurrió el viernes a la mañana en un galpón de la firma, ubicado en zona de calle Francia y Avenida Circunvalación. Allí, alrededor de las 10, Ferreyra fue abordado por un grupo de desconocidos que tras forcejear con él por una mochila en la que llevaba dinero, le dispararon dos veces: una en el pecho y otra en la pierna.
El Diario