El 12 de octubre de 1812, afectado de cáncer en la lengua, murió el patriota argentino Juan José Castelli.

“Si ves al futuro, dile que no venga” habría sido el mensaje final de Juan José Castelli, cuando operado en las condiciones cruentas de la época, con la revolución traicionada, su lucha heroica ya sin sentido, su vida consumida y Mariano Moreno muerto, expresó en una frase sencilla la tenebrosa visión del mundo a que había llegado después de tantas ilusiones.

Horas antes de morir el 12 de octubre de 1812, pidió papel y lápiz y escribió aquellas palabras.

Castelli era hijo de un médico italiano y de una criolla rica. Estudio derecho en Charcas y fue difusor de las nuevas ideas políticas y económicas. Tuvo  un papel muy destacado como vocal de la primera Junta revolucionaria, y fue, además, comisionado de guerra en la primera Junta en el Alto Perú, donde difundió su ideario independentista. Tuvo que regresar a Buenos Aires para explicar el desastre de Huaqui, sufrido por un ejército que él comandaba, pero murió antes de iniciarse el juicio

Participó en el movimiento de Mayo de 1810, logrando, junto a Martín Rodríguez y otros, que el Virrey invocara el cabildo abierto. En el cabildo, celebrado el 22 de mayo, tomó la palabra para defender la tesis de que la Regencia española no tenía ningún derecho en América, pues dichas colonias pertenecían no a España sino a la corona de Castilla y que, desaparecido el monarca, su autoridad había revertido al pueblo, que debía proceder a elegir una junta de gobierno que asesorara al Virrey.  Participó en la expulsión del Virrey y de los oidores y promovió una extensa propaganda a otras regiones para que se reconociera a la Junta.

Castelli representó el grupo radical revolucionario (con Belgrano y Paso), frente al moderado de Cornelio Saavedra, y fue el encargado por Moreno de fusilar en Córdoba a Santiago de Liniers

En Chuquisaca sustituyó todas las autoridades   por criollos, organizó un ejército patriota, envió a Buenos Aires buenas remesas de dinero para defender la independencia y proclamó la igualdad de derechos de los indios. Su jacobinismo le llevó a enfrentarse con muchos criollos conservadores de la nobleza, de la minería y del clero, y a oponerse abiertamente a la Iglesia.