Se cumplieron 88 años desde la creación de la ciencia logosófica, una disciplina científica originada en nuestro país que busca comprender el presente y el futuro a través de un “proceso de evolución consciente” en la vida del hombre. Carlos Bernardo González Pecotche, quien nació el 11 de agosto de 1901, fue el creador de este nuevo campo de estudio que reúne cada vez más adeptos y tiene su escuela también en Paraná.
“La Logosofía es la ciencia del presente y el futuro porque entraña una nueva e interesante forma de concebir la vida, de pensar y de sentir, tan necesaria en la época actual”, manifestó la rectora de la Fundación Logosófica de Paraná, Ana Gabriel, a AIM.
Para conmemorar su creación y celebrar su desarrollo, la logosofía eligió la fecha 11 de agosto, natalicio de su creador, Carlos Bernardo González Pecotche, en 1901, quien en 1944 escribió: “El método logosófico, aplicado con la debida inteligencia y sensatez, produce los más preciados resultados, y el acopio de riquezas en el orden mental aumenta en relación directa a la progresiva capacitación de los que lo utilizan en servicio de su perfeccionamiento y en servicio y mejoramiento de quienes toman contacto con el saber y la experiencia de aquellos que cultivan el arte de superación integral”.
Hoy, la ciencia logosófica, originaria de Argentina, se ha expandido a todo el planeta. “A través de su vasta bibliografía, de sus sedes y centros distribuidos en diferentes partes del país (Córdoba, Buenos Aires, Paraná, Santa Fe ,Rosario, Jujuy y Mendoza) y el mundo (Brasil, Uruguay, Paraguay, EEUU, España, Israel y otros), brinda elementos para realizar los cambios que cada ser considere necesarios en su propia psicología”, explicó Gabriel.
La primera escuela
González Pecotche fundó la primera escuela de Logosofía en la ciudad de Córdoba, institución que más tarde se transformaría en la Fundación Logosófica, destinada enseñar al hombre herramientas para conocerse así mismo, así, según explica la fundación, “su método de estudio permite al ser trabajar aquellos aspectos internos necesarios para transformar interna y externamente la vida”.
Para Pecotche, quien falleció el 4 de abril de 1963, “la Logosofía no enseña al médico los conocimientos de la medicina que éste ya sabe, ni al abogado los que atañen al derecho, ni al ingeniero los de la ingeniería (...) sino que constituye un auxiliar de proyecciones insospechadas (...) en la que la mente sea, como pensamos debe ser, el gran factor que determina éxitos o los fracasos del ser a quien pertenezca”.
Hoy, con muchos adeptos en el país y el mundo, esta ciencia ofrece un campo de experimentación que, en palabras de la propia fundación, “habilita al hombre para actuar con una eficacia a todas luces asombrosa, valido de un cúmulo de elementos de inestimable valor”.
De la redacción de AIM