La lechería municipal "La histórica", ubicada en Concepción del Uruguay, que desde junio de 2021 pasteurizaba y envasaba leche fluida a partir de tecnología desarrollada por el Inta, comenzará a elaborar yogur, informó el organismo.

El procedimiento permitirá bajar costos para el productor y el precio para el consumidor, junto con la merma que esto representa en materia logística.

El intendente de esa localidad del este entrerriano, Martín Oliva, dijo que se supervisarán los estándares de homogeneización, pasteurización, enfriado e inoculación, y utilizarán un fermento natural para incubar durante períodos y temperaturas adecuadas para el yogur.

De esa manera, se busca "brindarle la acidez óptima y un buen sabor", agregó, y también tendrá un proceso de "bajar la temperatura, con agregado de elementos para el sabor, color y demás detalles, para luego envasar y almacenarlo".

La Estación Experimental Agropecuaria (EEA) local del Inta trabaja con cuatro familias tamberas de la región en la lechería donde en los primeros seis meses se pasteurizaron y envasaron 16.000 litros de leche.

De ese total, cerca de 6.300 fueron comprados por la Municipalidad para abastecer a comedores y merenderos, y el resto fue vendido por productores de la Feria Franca Municipal.

Entre los beneficios de esta producción, el Inta destacó que "se reduce a menos de 20 kilómetros los más de 750 kilómetros en un circuito industrial de recorrido de la leche, desde el lugar de ordeñe al consumidor".

También el productor "gana un 400% más, y el consumidor paga un 40% menos"; y se vende por encargue por lo que se evita la pérdida que posee la producción industrial.

De esta manera, el equipo permite "acortar la cadena de producción, promover el consumo de producción local", y presentar una "solución a una demanda social de primera necesidad como es el acceso de leche", agregó el organismo.

Todo el proceso lo realiza "una sola persona y requiere poco esfuerzo físico", pero permite producir 20 litros por ciclo y 100 litros en 6 horas 20 minutos, señaló el Inta en un informe.

Se presiona un botón para dosificar la leche en cada sachet, una bomba succiona el líquido desde el tacho de ordeñe, y luego se cierran todos los sachets con una termoselladora manual.

En el mismo equipo, los sachets se ponen en la pasteurizadora precalentada donde permanece 30 minutos a 63 grados, necesarios para su pasteurización y así eliminar las bacterias perjudiciales de la leche cruda.

Luego, los sachets se enfrían en una batea con agua, primero a 16 y luego a 8 grados para cumplir con las normas de consumo del CAA.