Las aguas saladas situadas justo bajo la superficie de Marte podrían albergar suficiente oxígeno molecular como para sustentar la vida de microbios y esponjas, según revela un estudio que publica la revista Nature.
La investigación, liderada por Nasa y el Instituto de Tecnología de Pasadena, en California (EE.UU.), recuerda que en el planeta rojo el oxígeno es escaso, a diferencia de la Tierra, donde la vida aeróbica evolucionó en paralelo con la fotosíntesis para así elevar los niveles de oxígeno.
En Marte, explican los autores, el oxígeno solo aparece en pequeñas cantidades que, además, son producidas por la descomposición del dióxido de carbono que provoca la luz. Actualmente la presencia de oxígeno en Marte es de tan solo 0,13 por ciento.
El principal experto al frente de este nuevo trabajo, Vlada Stamenkovic (Nasa), y colegas del Instituto de Pasadena calcularon qué cantidad de oxígeno molecular podría hallarse en disolución en aguas saladas sometidas a varias presiones y temperaturas en diferentes zonas de la superficie de Marte.
Constataron que las concentraciones de oxígeno molecular son particularmente altas en las regiones polares del planeta rojo, mientras que en algunas de esas salmueras localizadas bajo la superficie marciana podrían contener suficiente O2 para sustentar vida aeróbica.
En concreto, los expertos calcularon que en torno al 6,5 por ciento de todo Marte, ya sea justo por debajo de la superficie o sobre ella, puede contener niveles de oxígeno parecidos a los que permiten la vida en la Tierra.
La salinidad de esos sistemas, indican, hacen que el agua permanezca en estado líquido, incluso cuando la temperatura baja de los cero grados.
Asimismo, sus conclusiones podrían también explicar cómo se habrían formado las rocas oxidadas detectadas en las exploraciones de las superficie de Marte.
Producir oxígeno.
El año pasado, científicos de la Agencia Espacial de EE.UU. comenzaron a trabajar en un experimento para producir oxígeno mediante la transformación del dióxido de carbono que habita en Marte. El encargado de realizar esa tarea es Moixe, un dispositivo que recogería el CO2 del planeta, para después comprimirlo y someterlo a un proceso electroquímico a más de 800 grados de temperatura.
El resultado del experimento no solo ofrecería al ser humano la capacidad de vivir en Marte, sino que facilitaría el trayecto de vuelta a casa, ya que el oxígeno líquido sirve, además, como combustible para cualquier nave o cohete espacial.