Trabajadores y trabajadoras de cuatro merenderos comunitarios de Paraná recibieron el certificado de la capacitación realizada en el marco del convenio firmado entre el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y el Movimiento Evita.
La actividad se llevó adelante este jueves en el Rectorado de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader). En ese marco estuvieron presentes la subsecretaria de Desarrollo Humano y Políticas del Cuidado, Muriel Stablun; la secretaria de Integración y Cooperación de la Uader, Carla Malugani; el secretario de Planeamiento de la Uader, Mariano Camoirano; el consultor de UNICEF Argentina en Políticas de Primera Infancia, Javier Quesada; el intendente de Colonia Avellaneda, Ariel Weiss; la secretaria de Políticas Sociales, Inclusivas y Comunitarias, Carina Ramos; la secretaria general Adjunta del Movimiento Evita Entre Ríos, Sandra Cislaghi junto a los y las 40 estudiantes, familiares, amigos y amigas, personal de los cuatro merenderos involucrados en esta instancia de formación, docentes, tutores y referentes de las tres instituciones que diseñaron la Diplomatura en Políticas de Cuidados Comunitarios en las Infancias, que se desarrolló entre abril y agosto.
Al iniciar el acto, Muriel Stablun compartió las salutaciones de la ministra de Desarrollo Social, Marisa Paira, quien fue parte del proceso. Además, dirigiéndose a los alumnos y alumnas, afirmó: “Desde el Estado provincial, encabezado por nuestro gobernador Gustavo Bordet, no pensamos los cuidados como una construcción que se hace desde un escritorio, sabemos que no podemos pensar la política de cuidados sin la participación de ustedes que son las voces de quienes encarnan los cuidados a diario. No vinimos a enseñarles nada, sino que sólo organizamos el conocimiento que tenían. Queremos agradecerles a todas las personas que le ponen el cuerpo, tiempo, cabeza y corazón a los cuidados”.
Asimismo, Carla Malugani resaltó: “Esta Universidad quiere volver a darle las gracias. Como decía Javier Quesada en una de las clases, todos tenemos algo que aprender y todos tenemos algo que enseñar; esta Diplomatura se trató de eso. Este papel, este diploma, que les entregamos es un orgullo, porque simboliza todo un proyecto formativo, en el cual nosotros también hemos aprendido”.
En la misma línea, Sandra Cislaghi manifestó: “Es un día de mucha emoción. Hoy hemos podido poner en agenda una política tan importante como son los cuidados, poder invitar a la comunidad a un consenso y en ese consenso poner en valor algo tan importante como es la economía del cuidado, no solamente en lo familiar, en lo social, sino poder priorizar principalmente las infancias libres, las infancias cuidadas. Quiero felicitarlos y felicitarlas porque ha sido un logro inmenso”.
Vivencias
Durante el encuentro, el graduado Tahiel Manavella se dirigió al público presente diciendo: “Esta Diplomatura me ha llenado de experiencias y saberes; no sabía la dimensión de este espacio hasta que lo transité. He incorporado, al igual que mis compañeros y compañeras de cursada, herramientas a la hora de tratar con infancias y niñeces, me permitió darle valor al trabajo que se viene llevando adelante y potenciarlo con más conocimientos. Es por eso que también vimos la necesidad de que todo ese conocimiento no quede en una diplomatura y queremos devolver nuestros saberes en acciones concretas y garantizar esos derechos: cuidar y ser cuidadas y cuidados. Es importante que esto se trabaje, que podamos pensar políticas que contemplen y valoricen las tareas que vienen realizando históricamente las mujeres, y poder igualar esta responsabilidad como tarea de varones también, porque queremos que nuestras infancias y niñeces tengan una mejor calidad de vida”.
Una vez concluida la entrega formal de las certificaciones, Laura Saavedra, quien cursó la Diplomatura en el Merendero Semillas del Corazón, aseguró: “Fue una muy buena experiencia que nos va a servir no sólo para nuestro trabajo, sino en el transcurso de toda nuestra vida. Nos brindó muchas herramientas, si bien trabajamos todos los días con los chicos, había situaciones que no sabíamos cómo abordarlas. Este certificado significa mucho para mí, porque en el barrio donde vivimos no hay muchas personas graduadas, entonces es muy emocionante”.
En el mismo sentido, Cristian Leiva, del Merendero Corazón Contento, mencionó: “Es una muy buena oportunidad porque reconoce de lo que veníamos haciendo que quizás, desde el merendero, no lo teníamos presente. Gracias a la diplomatura pudimos reforzar un poco más los lazos y el cuidado con los chicos. Me encanta ver la Universidad en el barrio, porque para mí era imposible imaginarme en la Universidad, incluso me daba miedo no poder lograrlo; pero ahora estoy motivado a seguir estudiando. Este certificado pone en valor los dos años que venimos trabajando en el merendero, es un reconocimiento para quienes estamos siempre con los chicos y me alegra mucho”.
“La diplomatura me pareció una instancia muy importante para aprender, tanto para los alumnos como para los docentes. En plena pandemia logramos poner en foco la niñez y las infancias, sobre todo porque la comunidad, la gente del barrio y las instituciones colaboraron en el transitar de esta capacitación. Si bien, gran parte fue virtual, todos se animaron y la comunidad aceptó muy bien la propuesta. Significa empezar a darle respuestas a nuestros niños y niñas”, subrayó la docente y tutora en Cuidados de la Niñez, María Evangelina Orundes Ayala.