Se cumple hoy otro aniversario de los orígenes históricos de la ciudad de Santa Rosa de Villaguay, una localidad que, en su patrimonio histórico, sus fechas alusivas, sus lugares recurrentes y sus viejas historias, invita a las nuevas generaciones a reconstruir su pasado y rescribir su presente.
Quedó muy lejos la magnífica descripción que Juan Emiliano Carulla hacía de aquel caserío primitivo rodeado de una salvaje maraña montielera. Aquellas primeras viviendas comenzaron a apagar muy paulatinamente la inmensidad de ese monte. Hoy, el centro de la provincia de Entre Ríos posee una idiosincrasia que la hace estar orgullosa de sí misma. Su crecimiento demográfico sigue sumando casas y cambian el verde del monte aledaño por la forestación urbana. Fuera de la planta urbana, el paisaje natural todavía monta guardia para proteger las viejas historias de los primitivos habitantes, la vieja posta, el oratorio, y hasta un pedazo de las guerras civiles. El manto de la inmigración que cubrió innumerables puntos del territorio entrerriano, se encarga de hacer el resto.
Hace unos años, regresaron los desfiles de carrozas en la avenida Rocamora, más conocida por la calle ancha, por ser la única con plazoletas que hay en el pueblo. Es que Villaguay nació espontáneamente, al igual que su forma de bautizar las cosas.
La ciudad se ubica en Lucas Sud, departamento Villaguay, si bien limita con el ditrito Bergara, donde la historia comenzó a escribirse. Las primeras hipótesis hablaban de que allí se ubicaba un posta de mitad de camino, entre el Arroyo de la China (Concepción del Uruguay) y la Baxada del Paraná.
Allí se habría instalado un caserío precario, justamente entre los arroyos Villaguay y Bergara, donde hoy están la ruta hacia Villa Domínguez, la vieja estación de ferrocarril y la escuela agrotécnica. Pero las lluvias y las consecuentes inundaciones habrían obligado a los habitantes a dejar el lugar y trasladarse a la actual ubicación.
Pero el dato más importante es que Villaguay, al igual que muchos pueblos entrerrianos, no tuvo fundador ni fecha de fundación. Sino que creció alrededor de sus instituciones principales. Así fue que los investigadores encontraron en Concepción del Uruguay un documento en el que el, por entonces, gobernador entrerriano Lucio Mansilla autorizó el 20 de noviembre de 1823 a la comisión protectora del templo, formada por vecinos afincados entre los arroyos Villaguay y Bergara, a adquirir a doña Manuela Araujo, viuda de Ziaurri una cuadra de terreno para edificar allí una capilla, la casa del cura y el cementerio.
Si bien las primeras hipótesis hablaban de aquel supuesto caserío primitivo, el documento de Mansilla es, hasta ahora., el único dato concreto y de rigor que se tiene sobre la fundación institucional del pueblo. A partir de esa fecha, los datos que se obtuvieron son más concretos.
Pero el dato clave, quizá más curioso que el anterior, fue que el hallazgo del documento de Mansilla fue bastante reciente, sobre todo si se tiene en cuenta que el Concejo Deliberante aprobó en 1993 instituir el 20 de noviembre como fecha de fundación.
Una vez fundada la actual plaza 25 de Mayo, el caserío comenzó a crecer. Para 1863, ya funcionaban dos escuelas, una dirigida por Belisario Goyechea y la otra por Felisa Lavandeira, la primera maestra de Villaguay.
El 1 de enero de 1873 se instituyó la Municipalidad como organismo de gobierno, y el primer intendente fue Vicente Vilches. A partir de 1880, distintas colonias inmigratorias comenzaron a crecer. Villaguay integra el circuito histórico de las colonias judías, junto con Villa Clara, Carmel, Villa Domínguez, Ingeniero Sajaroff y San Gregorio. Asimismo se hallan numerosos apellidos provenientes de alemanes del Volga españoles, italianos, franceses y belgas.
De la redacción de AIM