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Salud y Bienestar
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Alimentación y cáncer

Si los títulos recientes hacen que te preocupe que tus alimentos favoritos causen cáncer, no estás solo. Pero tenemos buenas noticias: no existen los alimentos causantes de cáncer. Sin embargo, hay algunos alimentos que se han relacionado con un mayor riesgo de la enfermedad, que probablemente prefieras limitar en tu dieta diaria.

Carne cocida: Si la ingesta es en exceso, podria provocar cáncer.
Carne cocida: Si la ingesta es en exceso, podria provocar cáncer.

«La dieta puede desempeñar un papel importante en el riesgo de cáncer, especialmente cuando se trata de un estilo de vida general», dice Stacy Kennedy, nutricionista clínica senior y especialista en nutrición oncológica del Instituto de Cáncer Dana-Farber.

Para lograr un equilibrio saludable en tu dieta, intentá que cada comida se componga de medio plato de vegetales o frutas, un cuarto de proteína magra, y un cuarto de granos integrales. Y si tenés un mayor riesgo de contraer cáncer (o deseas reducirlo), puede ser buena idea reducir o eliminar de tu dieta estos 10 alimentos que se han relacionado con la enfermedad:

1- Alimentos con baja calidad nutricional

Un estudio realizado en 2018 por el Instituto Nacional Francés para la Salud y la Investigación Médica, encontró que aquellos que normalmente comían alimentos con baja calidad nutricional tenían un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Específicamente, los hombres con dietas pobres eran más susceptibles al cáncer colorrectal, el cáncer del tracto aerodigestivo superior y estómago, y el cáncer de pulmón. Y comer alimentos con bajo contenido de nutrientes aumentó el riesgo de cáncer de hígado en las mujeres, así como el cáncer de mama posmenopáusico.

¿Pero qué alimentos se consideran de baja calidad nutricional? Son los alimentos que normalmente se consideran «poco saludables» porque proporcionan toneladas de calorías sin muchos nutrientes. Los ejemplos incluyen «snacks altamente procesados, bebidas endulzadas con azúcar, granos refinados (blancos), azúcar refinada, alimentos fritos, alimentos con alto contenido de grasas saturadas y grasas trans, y alimentos con alto índice glucémico como las papas», según la escuela de Salud Pública Harvard TH Chan. En su lugar, elegí alimentos mínimamente procesados, densos en nutrientes, como frutas, verduras, granos integrales, grasas saludables para el corazón y proteínas magras.

2- Carne procesada

Después de revisar más de 800 estudios en animales y humanos, en 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que las carnes procesadas como salchichas, jamón, tocino, longaniza y salami son cancerígenas. «La carne roja procesada está claramente relacionada con el cáncer», dice Elizabeth Platz, una epidemióloga e investigadora del cáncer en el Centro Integral del Cáncer Sidney Kimmel en la Universidad Johns Hopkins. Si bien no se comprenden las razones exactas, se cree que se debe a que el sodio que se usa para su preservación combinado con las aminas en la carne, forman compuestos cancerígenos, y estimulan el crecimiento de bacterias intestinales que se sabe que causan cáncer.

Tanto la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) como el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (Aicr) recomiendan limitar la ingesta de carne procesada, y señalan que solo 30 o 60 gramos al día puede aumentar el riesgo de cáncer de mama y colorrectal. Para una mejor alternativa, recomiendan aves de corral asadas o al horno, porque pueden controlarse los ingredientes como el sodio.

3- Carne roja

La misma investigación de 2015 de la OMS también encontró que la carne roja como la carne de res, cerdo y cordero es «probable» que cause cáncer, aunque las razones exactas aún no están claras. ¿Qué tipos de cáncer, exactamente? Según estudios citados por la OMS: «La evidencia más sólida, pero aún limitada, de una asociación con el consumo de carne roja es el cáncer colorrectal. También hay evidencia de vínculos con el cáncer de páncreas y el cáncer de próstata». Aun así, con moderación, la carne roja magra puede ser una buena fuente de proteínas, vitaminas B y hierro. La ACS recomienda comer menos de medio kilo por semana, mientras que la OMS sugiere solo 300 gramos.

4- Carne cocida

Muchos chefs se enorgullecen de las hamburguesas y filetes, pero resulta que no son tan buenos para la salud. Según explica Platz, cuando se cocinan todos los tipos de carne (incluidas las aves, la carne de res y el cerdo) a temperaturas muy altas, liberan sustancias químicas que se han relacionado con el cáncer en los animales.

Según la ACS, la carne asada tiene dos componentes relacionados: las aminas heterocíclicas (HCA) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), ambos productos químicos mutagénicos, es decir, que causan cambios en el ADN que pueden aumentar el riesgo de cáncer. Los HCA se forman cuando el azúcar y las sustancias en el músculo de la carne reaccionan al calor, y los HAP se forman cuando la grasa y los jugos caen a la superficie y causan humo. Ese humo luego sube y se pega a la carne. Cuando estás asando a la parrilla, Kennedy recomienda: «Dar vuelta la carne con frecuencia, y evitar las marinadas a base de azúcar, o agregarlas después de cocinar».

5- Alcohol

Beber en exceso aumenta el riesgo de desarrollar cáncer en la garganta, cuerdas vocales, esófago, hígado, colon y recto, de acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud (NIH), especialmente si fumás. Eso puede deberse a que el alcohol destruye las células que tienen que reemplazarse a sí mismas, «y en ese proceso pueden ocurrir mutaciones», señala Platz. El Aicr señala que en el caso de las mujeres, solo una bebida al día se ha relacionado con el cáncer de mama. «La investigación es consistente, incluso si no está claro por qué», dice Platz.

Una pregunta habitual que le hacen a Kennedy es: «¿Es mejor elegir vino tinto en lugar de otros alcoholes?», a lo cual ella contesta: «Si bien es mejor en términos de enfermedades del corazón, para el riesgo de cáncer se trata de la cantidad de alcohol, no del tipo». Las pautas de la ACS y otras organizaciones limitan a las mujeres a uno, y los hombres a dos tragos al día.

6- Alimentos procesados

Un estudio reciente realizado por BMJ vinculó los «alimentos ultraprocesados», como los pasteles, los nuggets de pollo y el pan producido en masa al cáncer. ¿La causa probable? Según la ACS, las personas que consumen la mayoría de los alimentos procesados, ​​tienen más probabilidades de tener sobrepeso, un factor que representa aproximadamente el 8 por ciento de todos los cánceres en los Estados Unidos. Y la obesidad comúnmente causa ERGE, que daña físicamente el esófago. Luego, las mutaciones a veces ocurren a medida que las células se replican, señala Platz. La grasa también produce estrógeno, y los niveles altos de la hormona pueden causar cáncer de mama y endometrio. Además, la obesidad aumenta las probabilidades de ser resistente a la insulina y la hiperglucemia ha sido asociada con un alto riesgo en muchos cánceres.

Conclusión: «No hay que evitar estos alimentos, minimizalos y elegí snacks como fruta fresca y nueces, hummus con verduras, o yogur y bayas bajos en grasa», dice Kennedy. Cuando compres productos empaquetados, elegí aquellos con ingredientes reconocibles.

7- Alimentos enlatados

Los alimentos enlatados con bajo contenido de sodio pueden ser una forma saludable y conveniente de incluir los vegetales. Sin embargo, según el NIH, el BPA en algunos envases no solo interfiere con la producción de hormonas humanas, sino que la alta exposición al BPA se ha relacionado con los cánceres de mama, próstata y ovario. Un estudio realizado por el Journal of Environmental Research encontró que las personas que comían mayoría de alimentos enlatados, tenían niveles más altos de BPA en la orina. A pesar de que los expertos dicen que el vínculo entre los dos es débil, «muchas empresas han decidido que no quieren BPA en sus productos de todos modos», dice Platz. Si te preocupa, dice Kennedy: «Usá verduras frescas o congeladas. Es más saludable ya que retienen más nutrientes». Y buscá latas sin BPA, o elegí alimentos empaquetados en vidrio, cajas y Tetra Paks.

8- Té y café muy calientes

Si quema, enfrialo: varios estudios, incluidos aquellos de BMJ, y un informe reciente de Annals of Internal Medicine, han relacionado las bebidas calientes como el té o el café con el cáncer de esófago, especialmente cuando se combina con fumar. Sin embargo, esta teoría no es nueva, y se observó clínicamente desde la década de 1930, cuando el médico de Nueva York WL Watson escribió: «La irritación térmica es probablemente el factor más constante que predispone al cáncer de esófago». ¿La razón? El calor elevado mata las células que pueden mutar a medida que son reemplazadas, promoviendo el cáncer. «Se reconoce como un factor de riesgo para el cáncer, pero no al nivel de calor que los estadounidenses tienden a beber», dice Platz. El dato es más una preocupación fuera de los Estados Unidos, en países donde la gente tiene a beber su té o café por encima del máximo recomendado por la OMS de 65 grados Celsius (149 grados Fahrenheit).

9- Salmón de criadero

Todo el mundo sabe que el salmón otorga un montón de beneficios. Es saludable para el corazón y tiene ácidos grasos omega-3 para el control de la inflamación, y vitaminas esenciales como la D y la B. Sin embargo, algunos de las salmones cultivados también tienen bifenilos policlorados (PCB), que según a la EPA, se han relacionado con el cáncer en estudios en animales y humanos.

Un informe de 2003 del Grupo de Trabajo Ambiental encontró que el salmón cultivado tenía 16 veces más PCB que las especies silvestres, y cuatro veces más que la carne de res. Las cifras pueden parecer aterradoras, pero realmente no hay evidencia de que los niveles de PCB en el salmón de criadero sean lo suficientemente altos como para aumentar el riesgo de cáncer, advierte Platz. Sin embargo, Kennedy sugiere elegir peces silvestres, o peces cultivados de manera sostenible, cuando sea posible, porque los niveles de algunos nutrientes como los omega-3 pueden ser más altos en estos productos. Para aprovechar los beneficios del pescado, Kennedy recomienda comer de dos a tres porciones por semana. Y no olvides revisar la sección congelada de tu supermercado si no hay pescado fresco disponible.

10- Leche entera

Según el American Journal of Clinical Nutrition, los productos lácteos se han relacionado con el cáncer de próstata. La ingesta excesiva de leche entera, en particular, se ha demostrado que aumenta el riesgo de mortalidad por cáncer de próstata, agrega Kennedy. La conexión probable se debe a que los altos niveles de calcio pueden bloquear la capacidad del cuerpo para producir vitamina D, que se sabe protege contra todos los tipos de cáncer, explica Platz. «Pero es difícil lograr altos niveles de calcio solo con la dieta. Por lo general, es necesario tomar un suplemento para alcanzar 1500 miligramos o más por día», dice Platz.

Dicho esto, los productos lácteos proveen una gran cantidad de calcio, proteínas, yodo y vitamina D, y Annals of Oncology encontró que los productos lácteos tenían un efecto protector contra el riesgo de cáncer colorrectal en hombres y mujeres. Entonces, en lugar de deshacerte de los productos lácteos, optá por las versiones bajas en grasa, y obtené algo de calcio de fuentes vegetales como la espinaca, la acelga, la col rizada y el tofu.

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