La banana es una fruta que está presente en la alimentación diaria; es fácil de transportar y de consumir, incluso sin ensuciarse, después de haber sido pelada. Su ingesta está presente en el trabajo, en los momentos previos a realizar actividades físicas, o incluso de postre. Además de ser consumida en budines y tortas.
El aumento de su consumo es beneficioso para la salud debido a que el potasio que contiene ayuda a la reducción de la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos.
El Senasa tutela programas de prevención para cuidar la calidad de la cosecha. En este sentido implementa un sistema vigilancia sobre este cultivo por lo que es importante comunicar al Senasa la aparición de nuevas plagas o síntomas no conocidos a través del siguiente enlace: Sinavimo.
La zona productora de bananas de Argentina se encuentra en el Noroeste (NOA). La región está libre de graves enfermedades como la Sigatoka negra (Micosphaerella fijiensis) y Pseudomonas solanacearum, y Stachylidium theobromae, cuarentenarias para nuestro país.
El país permite el ingreso de bananas de países en los cuales instrumenten medidas de protección interna.
Los productores deben tener en cuenta las buenas prácticas agrícolas (BPA) ya que son importantes en la industria del banano para la sostenibilidad de la producción y minimización del impacto ambiental. También para asegurar que las actividades de cosecha, empacado y transporte se lleven a cabo en condiciones higiénicas para ofrecer fruta inocua y de buena calidad a los consumidores.
Asimismo, el transporte de esta fruta para que llegue a los platos de los consumidores debe estar respaldado con documentación que verifique su origen y control. Tener una alimentación responsable y segura es importante para mantener una vida sana y de calidad.
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