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Salud y Bienestar
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La psicología de la ternura, una emoción reconfortante

Paraná, 24 de junio (AIM). La ternura es más que esa sensación que nos evoca un gatito o un niño pequeño. Esta dimensión configura también un tipo de lenguaje que revierte en nuestras relaciones, de manera que invertir en ella será una apuesta muy rentable por nuestro bienestar

La psicología de la ternura es un campo de interés cada vez más emergente. Este sentimiento da un colorido especial a nuestras vidas, tanto, que podríamos decir que experimentarlo a diario y hacer que los demás también lo sientan, revierte en nuestra calidad de vida. Gracias a esta dimensión nos conectamos con ese registro emocional donde emerge la calma, la positividad y la confianza.

Los japoneses tienen un término que explica muy bien esta realidad psicológica: «kawai». Dicho adjetivo puede traducirse precisamente como algo que evoca ternura. Tanto es así, que dicha palabra ha generado la producción de infinitos productos que identificamos al momento: muñecos, ropa, juguetes, lápices, etc. Objetos que, solo con verlos, nos parecen tan bonitos como dulces.

Los nipones suelen hacer uso de la ternura de muy variadas maneras, las cuales, van a menudo mucho más allá del mundo del marketing. Para una parte de la población es incluso un estilo de vida y un tipo de cultura que ha trascendido más allá de las fronteras de Japón. A día de hoy, el animé, los videojuegos y muchos grupos musicales siguen conservando esa esencia kawai donde lo tierno sigue triunfando.

Así, y más allá de este universo, gran parte de nosotros también buscamos a diario esa sensación. Lo hacemos al disfrutar, por ejemplo, de los vídeos de cachorros de animales, y en especial, de gatos. Estudios, como el llevado a cabo por Jessica Gall Myrick, profesora de la Universidad de Indiana, nos señala que visualizar elementos donde los gatitos son protagonistas, tiene un poder terapéutico: genera bienestar psicológico a una buena parte de la población.

Conozcamos más aspectos sobre el tema:

Psicología de la ternura, la emoción que invita al cuidado y al confort
La psicología de la ternura nos señala que esta sensación da calidad a nuestros vínculos. No es solo ese sentimiento que nos evoca al acariciar a un gato o al comprarnos mil objetos de papelería de la línea kawai. Como toda emoción, tiene también su finalidad y su importancia. Es más, tal y como nos señaló Paul Ekman, psicólogo experto en materia de emociones, la ternura es uno de los aspectos más descuidados en nuestra actualidad.

La ternura es afecto, es empatía, es un acto que se manifiesta a través de la cercanía y permitiéndonos mostrar a los demás, nuestra parte más sensible y dulce. Dentro del abanico emocional, esta es una de las que más alimenta nuestras relaciones a cualquier nivel. Sin embargo, no todos están habilitados en ella. La ternura no es un lenguaje que todos sepamos hablar.

La ternura en la pareja, un acto de donación altruista que da sentido al amor
El amor sin ternura no es amor. La pareja que no marida en su relación esos gestos cargados de ternura, no se sentirá completa. Siempre habrá en el corazón una ventana abierta por donde entra el frío y las dudas, porque cada pieza que conforma un compromiso entre dos necesita ese engranaje.

La comunicación necesita ternura, así como la sexualidad, la convivencia y cada situación por donde transiten esas dos personas. Es así como uno se siente amado, seguro en ese vínculo y reconocido como valioso.

La psicología de la ternura en el mundo infantil
Los niños y los animales tienen el poder de generarnos esa adorable sensación de ternura que tanto nos gusta. Sin embargo, tampoco podemos descuidar un aspecto: los más pequeños necesitan también de esos gestos amables, dulces y tiernos. Es más, lo que ellos nos hacen sentir a nosotros es por un fin muy concreto: para favorecer el instinto de cuidado y atención.

A esta misma conclusión se llegó en un estudio publicado por el doctor Michael Kringelbach, de la Universidad de Oxford. Según este trabajo, la ternura garantiza nuestra supervivencia al despertar el deseo de cuidado hacia quien más lo necesita, en especial los niños y los recién nacidos.

Lo tierno invita a la caricia, al abrazo, al afecto. Esas mismas dimensiones son las que alientan al niño a sentirse amado, a crecer sintiéndose seguro, feliz y querido. Es, por tanto, un nutriente esencial.

Rodéate de cosas tiernas y aliviarás el estrés
La psicología de la ternura nos dice que un modo de aliviar el estrés cotidiano es rodeándonos de dimensiones que inspiren o evoquen esta sensación. Así, el simple hecho de tener mascotas, por ejemplo, ya nos despierta toda esa amalgama de plácidas sensaciones que tanto agradecemos al llegar a la casa.

Asimismo, tener un entorno donde la decoración cuente con esas pinceladas juveniles, divertidas o incluso kawai, también favorece el bienestar e incluso la creatividad. Los tonos pastel en las paredes, los muebles cómodos, de línea sencilla y con formas redondeadas también inducen el sentimiento de ternura tan agradable para cualquiera.

Para concluir, dar cabida a este sentimiento en nuestra vida y en el modo de relacionarnos con las personas que amamos no solo revertirá en la calidad de nuestros vínculos. Nuestra salud psicológica también lo agradecerá. Invirtamos un poco más en ternura.
Por la Lic. En Psicología Valeria Sabater para La Mente es Maravillosa.

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