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Nuevas interacciones entre lenguaje y pensamiento en la afasia

Al conocimiento de los hechos se le denomina conocimiento fáctico. En la frase “él sabe [que hace calor fuera]”, se presupone que la cláusula entre corchetes es un hecho verdadero o fáctico. Por el contrario, en “solo parece [que hace calor fuera]” la cláusula añadida es falsa o contrafactual. Este tipo de construcciones comunican estados mentales de un individuo y la fiabilidad de la información que proporcionan y conlleva un procesamiento complejo a varios niveles cognitivos de lenguaje y del pensamiento sobre los cuales existen controversias sobre cómo funcionan estos distintos niveles de significado.

La afasia puede ser causada por un accidente cerebrovascular, un traumatismo, una infección cerebral, una neoplasia o un proceso degenerativo. (Foto: Pixabay)
La afasia puede ser causada por un accidente cerebrovascular, un traumatismo, una infección cerebral, una neoplasia o un proceso degenerativo. (Foto: Pixabay)

La afasia es un trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de un accidente cerebrovascular que afecta el hemisferio izquierdo. Se trata de la pérdida parcial de capacidad de producir o comprender el lenguaje debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones. La comprensión de estas construcciones fácticas y contrafactuales no se ha probado en la afasia, pero una investigación ha partido de estudios realizados sobre desarrollo infantil y afasia para establecer un marco teórico sobre esta cuestión.

El estudio ha sido publicado en Journal of Neurolinguistics. “En la afasia, como tenemos un problema con el lenguaje, muchas veces la cognición no es evaluada: no sería bueno obtener resultados que solo se debieran al deterioro del lenguaje pero no reflejaran la cognición”, explica Wolfram Hinzen, profesor de investigación Icrea del Departamento de Traducción y Ciencias del Lenguaje de la UPF (Catalunya, España).

“En nuestro estudio hemos diseñado estímulos lingüísticos el máximo de simples, y comparado oraciones fácticas y no-fácticas que son similares en cuanto a su complejidad lingüística”, añade Hinzen.

Los autores diseñaron un experimento en el que hacían coincidir un enunciado en lengua inglesa de alguno de estos cuatro tipos: “know …”, “think …”, it’s clear …” o “it only seems…”, con una imagen (Sentence-Picture Matching, SPM) para probar la comprensión del enunciado, en un grupo de participantes con afasia frente a un grupo de participantes sin daño cerebral que actuó de grupo control.

Los ensayos de interpretación fáctica utilizaron como estímulos construcciones objetivas y su correspondiente imagen que mostraba que la cláusula incrustada era verdadera. En los ensayos de interpretación contrafactual la imagen coincidente mostraba que la cláusula incrustada era falsa.

Por ejemplo, para “El hombre piensa que hace calor”, la imagen que acompañaba esta sentencia indicaba que la temperatura era fría y el personaje corroboraba su pensamiento a través de sus vestidos y también a través de la expresión facial.

Los autores partieron de la hipótesis de que siendo el deterioro del lenguaje la característica definitoria de la afasia, las capacidades cognitivas no verbales podrían verse afectadas y las interpretaciones contrafactuales posiblemente serían más difíciles de comprender entre las personas afectadas de afasia.

En particular “investigamos la naturaleza de la comprensión afásica en los ensayos que requieren interpretaciones objetivas y contrafactuales; el grado en que se encuentra deteriorada esta tarea cognitiva del lenguaje y cómo el posible deterioro se relaciona con otros aspectos de la cognición”, comentan sus autores.

Los resultados revelaron que, en los ensayos de interpretación fáctica, los participantes con afasia se desempeñaron casi tan bien como los del grupo control. En cambio, en la interpretación contrafactual se comportaron de manera significativamente peor.

“Nuestros datos sugieren que las interpretaciones objetivas y contrafactuales plantean diferentes demandas cognitivas, siendo las contrafactuales más difíciles para las personas con afasia. Sugerimos que los contrafactuales plantean demandas adicionales en los sistemas proposicionales y que estos se superponen con las capacidades involucradas en otras tareas verbales, pero también en las tareas de razonamiento no verbal”, indican los autores.

Los investigadores sostienen que las construcciones objetivas, no objetivas y contrafactuales representan una valiosa oportunidad para observar la relación entre la cognición léxica, sintáctica y proposicional en la afasia. Al mismo tiempo, la investigación en poblaciones con lesiones cerebrales puede hacer sus propias contribuciones para comprender la interacción entre el lenguaje y el pensamiento proposicional en todos los hablantes.

Del mismo modo, este estudio muestra cómo se pueden poner a prueba estas construcciones utilizando imágenes (SPM), un paradigma comúnmente utilizado no solo en poblaciones neurológicas adultas, sino también en niños con trastornos del lenguaje del desarrollo. “Dada su importancia en la comunicación y su relación con la Teoría de la Mente (ToM) y el razonamiento proposicional, nuestro enfoque podría resultar en nuevas formas de evaluar la cognición en las personas afásicas”, concluyen.

Fuente: UPF.-

afasia lenguaje

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