Con el objetivo principal provocar debates relacionados a lo que se denomina "medicina integrativa", la Fundación Científica Litoral, realizará hoy el Tercer Encuentro de Terapias Convencionales y Complementarias. "Tiene como objetivo principal provocar debates relacionados a lo que se ha dado en llamar medicina integrativa. Es decir, que no es solo visibilizar las terapias complementarias, sino que pensar en cómo éstas pueden ayudar a mejorar el sistema de salud formal", dijo a AIM el bioquímico Pablo Basso, integrante de la organización. La actividad es en el Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina, de 9 a 17.

Las terapias complementarias en salud cuentan actualmente con una extensa cantidad de opciones y una demanda creciente, sin embargo el sistema de salud no posee la capacidad de visualizarlas por cuestiones inherentes a inconsistencias propias y ajenas, así como a problemas de demanda de salud distinta a las convencionales.
Basso explicó a esta Agencia que "está demostrado por incontables experiencias en todo el mundo que la utilización de terapias alternativas a las convencionales, han mejorado sensiblemente las variables que se han medido. Por ejemplo se ha logrado bajar los días de internación promedio en procesos post operatorios, también disminuir los grados de ansiedad en la preconsulta médica, o mejorar las condiciones en el acompañamiento a pacientes terminales". Pero señaló que, "quizás, el aporte más importante se de en ámbitos en donde la medicina occidental ha fracasado, como es la propia búsqueda de equilibrio personal y comunitario que no es atendido desde un sistema que ha basado sus avances en la medicalización" .

Ley Provincial
Además agregó que "el debate que pretendemos inaugurar en esta jornada, es justamente el que pone en balanzas argumentativas las posibilidades y ventajas de la integración de terapias. También es importante que definamos los marcos normativos en lo que esto ocurriría y los alcances e importancia que tendrían estas terapias complementarias dentro de protocolos de actuación frente a determinadas enfermedades, así como también los límites en cuanto a las prácticas propiamente dichas y a quienes las llevan a cabo. Es claro que el sistema formal de salud solo podría incorporar nuevas tendencias asistenciales mediante normas precisas, de allí la importancia en pensar en una ley provincial".

Conocer más
Para Basso, "resulta interesante conocer más sobre la demanda de terapias alternativas por parte de la sociedad en su conjunto, así como sus posibilidades de incorporación al sistema formal de salud". "En lo personal creo que no podemos obviar la demanda y elección que viene demostrando la gente. En una encuesta que realizamos desde la Fundación dimos cuenta que aproximadamente el 70 por ciento de los encuestados era usuario de terapias alternativas".
Qué ocurre
El sistema formal de salud no puede medir, con sus métodos tradicionales, ni la eficiencia de los tratamientos alternativos en sí mismos y mucho menos identificar las acciones biológicas involucradas.

En su tendencia irreversible hospitalocéntrica y su modalidad médico.hegemónica, al sistema formal le es imposible imaginar terapias que no sean controladas desde el centro neurálgico del sistema. El paternalismo sanitario identificado en la frase "derecho a recibir la mejor atención disponible", fija responsabilidades que el actual sistema de salud no puede ignorar y que lo inhibe de incorporar otras opciones medicinales sino bajo el mote de "auxiliar" con tutelaje de la medicina convencional (el concepto "complementario" podría ser una opción debatible)

La medicalización se ha ido transformando en un condimento imprescindible de las terapias convencionales y ha traído lógicas consecuencias de dependencias, tanto individuales como sistémicas, de la industria del medicamento bajo la lógica de mercado en vez de la lógica sanitaria. Las opciones naturistas ganan adeptos en igual medida que el abuso de la medicalización genera desconfianzas.

La demanda de salud ha ido mutando y es probable que no sólo se exija "curación" sino que también se puede estar exigiendo "estados de bienestar". El concepto de equilibrio físico y emocional no puede ser resuelto desde el sistema de salud convencional.

El paciente de la terapéutica convencional tiene un rol pasivo que deposita la responsabilidad en los efectores. Esta situación excluye del proceso terapéutico a la voluntad del paciente. Quizás la búsqueda de protagonismo del paciente durante el proceso terapéutico determine la elección de otras posibilidades para las necesidades individuales de salud.

Por lo detallado es que resulta interesante conocer más sobre la demanda de terapias alternativas por parte de la sociedad en su conjunto, así como sus posibilidades de incorporación al sistema formal de salud.

De la Redacción de AIM.