El valle del río Supe está cerca del océano Pacífico, unos 190 kilómetros al norte de Lima. Allí los arqueólogos descubrieron 20 asentamientos de la cultura de Caral, que floreció hace cinco milenios. Caral es hasta ahora la sociedad más antigua identificada en nuestro continente, llamado Abya Yala por un congreso indígena reunido en Quito a principios de siglo.
Caral fue declarada en 2009 por la Unesco patrimonio cultural de la humanidad; estaba centrada en la pesca y en la agricultura y en el intercambio de productos entre las pequeñas poblaciones que dieron origen a la gran ciudad de Caral, que fue su centro.
Según la antropóloga peruana Ruth Marta Shady Solís, conocida como " La dama de Caral", fue una sociedad que desarrolló grandes conocimientos científicos y tecnológicos que transmitió a culturas vecinas.
El oro de los incas
Aquellos habitantes de Caral no fabricaron armas ni amurallaron sus ciudades, sino que intercambiaron sus conocimientos y productos con poblaciones de la sierra y de la selva.
Según Ruth, los caral conocieron el molusco spondylus, o el "oro de los incas", caraterizado por Pablo Neruda: saqué del mar, abriendo las arenas, la ostra erizada de coral sangriento, spondylus, cerrando en sus mitades la luz de su tesoro sumergido, cofre envuelto en agujas escarlatas, o nieve con espinas agresoras"
Para los andinos, los spondylus tenía una función en algún punto equivalente a la púrpura para los antiguos fenicios, era moneda que los invasores españoles entendieron que podían cambiar por oro, pero también era signo, cuando aparecía, de que las lluvias del Niño se acercaban y con ellas la fertilidad de la naturaleza, los dones de la Pachamama.
También conocían la sodalita, un silicato de sodio de espléndido color azulado, que usaban en embalsamamientos como en la cultura del Chinchorro, al norte de Chile. Es posible que haya habido intercambio entre ambas culturas, favorecido por la comunicación por mar. La sodalita, a la que hoy se atribuyen propiedades tranquilizantes, se recoge en el actual territorio de Bolivia.
Los habitantes de Caral elaboraron una arquitectura llena de símbolos, que fueron tomados por otras culturas, como plazas circulares cuya función permanece ignorada, hornacinas, puertas con pilares dobles, tecnología adecuada al seísmo de la zona y plataformas escalonadas. Caral fue un complejo urbano formado por distintas construcciones.
En las excavaciones de Caral aparecieron seis pirámides escalonadas, cada una con una escalera central orientada hacia una constelación y un altar para el fuego.
El final
La sociedad de Caral evolucionó en las costas del norte del Perú a lo largo de milenios hasta alcanzar gran prestigio y desarrollo; pero no pudo superar la crisis que posiblemente sobrevino por un cambio climático intenso. Supe era un valle productivo que en poco tiempo de transformó en un páramo arenoso con dunas. Casi 2000 años antes de nuestra era, Caral fue abandonada por sus habitantes, de los que no hay más datos.
Lo conocido de Caral la evidencia como una cultura que conoció algunas técnicas como los canales de riego y el calendario climático 2000 años antes que los mayas.
Mientras duró, la cultura de Caral construyó acequias para aprovechar el agua en un clima seco y conoció medios de canalizar el viento para que el agua llegue a las zonas bajas para usarla en labores domésticas. En el valle de Supe aparecieron manantiales, que los quechuas llaman "puquios", reservas que permitían administrar el uso del agua.
El intercambio de Caral con otras culturas de la costa y la selva incluía el algodón y el pescado deshidratado, que llegaban hasta los pueblos de la Amazonia.
El tratamiento de los alimentos, por ejemplo la deshidratación del pescado, y los métodos técnicos para preservar el agua son métodos de supervivencia que permitieron a los Caral mantenerse vigentes al menos tres milenios. La preocupación de Caral por el clima hizo que hoy se la considere "la primera ciudad sostenible a nivel mundial".
La formación de la cultura de Caral es contemporánea con la construcción de las grandes pirámides de Egipto o con las ciudades sumerias o en Mesopotamia.
En la cuenca del río Supe se desarrolló muy tempranamente una economía agraria y pesquera articulada por el comercio, que promovió la especialización laboral y la interacción interregional
El intercambio de anchovetas secas y mariscos por algodón, mate, frijoles, zapallo, batatas y otros inició una cadena deba la cadena de comercio que hizo prosperar a los conductores de las poblaciones costeras.
En Caral hubo una especialización extrema. Los matemáticos, geómetras y astrónomos se aplicaban al diseño urbano y la arquitectura, al calendario y las predicciones del clima. Otros especialistas dirigían el acondicionamiento de los predios para la agricultura; otros a crear sistemas de riego, otros a la administración pública.
Todos los conocimientos quedaron registrados en un sistema de cuerdas y nudos que podían ser "leídos" y que se mantuvieron durante milenios, hasta los Incas cuatro milenios después
La estructura social de Caral era mantenida por las actividades colectivas de producción, combinadas con las sociales y religiosas. Había ferias y mercados, fiestas, ceremonias, ritos, música, danzas, comidas y bebidas. De las ruinas de Caral fueron recuperados por los arqueólogos instrumentos musicales: 32 flautas traversas, 38 cornetas y 4 antaras, que eran una flauta de pan.
La ciudad de Caral tiene por lo menos cinco milenios, extendida en una superficie de 626 hectáreas. Está emplazado en una meseta árida sobre el verde valle del Supe
Caral es la civilización más antigua de nuestro continente, 1500 años anterior a la civilización Olmeca, en el México actual.
Los datos de Ruth Shady
La existencia de la cultura de Caral había sido presentida por varios estudiosos, sobre todo estadounidenses. Ruth Shady excavó en Caral a partir de 1996 y presentó datos al año siguiente dejando establecida irrefutablemente su antigüedad.
Se han confirmado las fechas mediante 146 fechados con carbono 14 realizados en los Estados Unidos: Caral tiene una antigüedad de 5000 años aproximadamente, mientras en el resto de América el desarrollo urbano comienza 1500 años después
Ruth admite que Caral fue una cultura "precerámica" pero considera que sus habitantes no necesitaron desarrollar la técnica alfarera; es decir, piezas modeladas en arcilla cocidas al fuego porque tenían mates de calabaza, cucharas de madera y platos tallados en piedra.
Es posible considerar a Caral, que a diferencia de las grandes culturas de Asia y África se desarrolló en aislamiento, como la cuna de la civilización andina. Allí se pueden ver los exponentes más antiguos de las principales instituciones de la época prehispánica, como la reciprocidad en el intercambio de bienes y servicios, el calendario ceremonial y la construcción y renovación de los templos.
De la Redacción de AIM.
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