“Es tiempo de que a quienes nos tocó vivir con alguien con discapacidad ayudemos a visibilizarlas, porque tienen mucho para dar y no las vemos”, informó a AIM la fotógrafa Romina Adur, quien desde Diamante lleva adelante el proyecto Detenernos y Observar, en que el que fotografía a personas con discapacidad y relata sus biografías, luchas, anhelos y sueños.
En diálogo con esta Agencia, Romina contó que su hijo Ignacio, quien nació con Síndrome de Down “está por cumplir 13 años y aprendimos mucho con él. Uno vive a un ritmo muy acelerado en cuanto al trabajo y las cosas que hace en la casa y cuándo él nació nos preguntamos: ´ ¿qué vamos a hacer con este niño?, sobre todo porque estamos en una localidad en donde no hay muchos profesionales en el tema y sabíamos que había que estimularlo”.
“Pasó el tiempo, y en un momento decidimos dejar de pensar así, resolvimos ir viviendo el día a día. La verdad es que fueron muchas las sorpresas y superaron a los problemas que creíamos que íbamos a tener”, aseguró.
En tanto, destacó que su hijo “va transitando la vida como sus hermanos, y nos va sorprendiendo. Hoy vemos los frutos del sacrificio y la dedicación, porque él te devuelve lo más gratificante cada día”.
La germinación de un proyecto
“Me gustaba mucho sacar fotos, no soy fotógrafa, pero estudié para aprender a manejarme con una cámara y lo hice como pasatiempo, sacaba fotos de paisajes, de flores, lo que saca toda la gente, pero mi inquietud era hacer imágenes que pudiera relacionar con algo”, relató.
Y continuó: “entonces, una tarde nos sentamos a charlar con mi marido y coincidimos en lo bueno que sería relacionar la fotografía con la discapacidad: podía mostrar las cosas que aprendía mi hijo con Síndrome de Down, pero eso no era todo”.
“Me interesó poder fotografiar la discapacidad en sí en las personas, porque parece que cuando no tenemos a una persona con discapacidad en la familia no nos damos cuenta de muchas cosas”, reflexionó.
“A veces, no registramos que existen las personas que no pueden escuchar o ver, y entonces, el objetivo era no esperar a que esto te pase en tu casa para saber que están, porque a estas personas te las podés encontrar en una plaza, en una heladería, en todas partes, porque existen”, describió.
“Los prejuicios lastiman”
“Muchas veces los prejuicios lastiman, lastima esa falta de conocimiento y de compromiso”, apuntó y reflexionó: “creo que es tiempo de que a las personas que nos tocó vivir con alguien con discapacidad ayudemos a visibilizarlas, porque tienen mucho para dar y no las vemos”.
“Quise mostrarlas y plasmarlas como son a través de la fotografía, pero no para ponerles una etiqueta con un diagnóstico: sino para que las conozcan como son”, remarcó y agregó: “nosotros nos vemos como un instrumento para dar visibilidad a estas vidas, porque por suerte nuestro hijo está bien, y nos sentimos llenos de gratitud”.
Escuchar, observar y contar historias
Por otra parte, Adur explicó a AIM que cuando está con las familias, se va transformando: “ahora, es una necesidad estar con personas que me cuentan historias y cómo la luchan, porque hay gente que realmente la pasan mal y siguen la batalla, y uno tiene que sacarse el sombrero ante ellas”.
“Muchas personas de las que fotografié son de bajos recursos y me cuentan muchas cosas, pero no quiero que este proyecto sea como para quejarse sino para mostrar las formas de vida de quienes están con personas con discapacidad y cómo la luchan”.
“El proyecto es para mostrar las vivencias de cada uno, no para compadecernos sino para saber que tienen mucho para brindarnos: todo lo hago a puro corazón, es muy gratificante en todos los sentidos, para mi vida y para volcarlo en mi familia”.
Más info: https://www.instagram.com/detenernos__y_observar/
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